Mucho antes de que existiera el marketing, el slogan de una conocida escuela de manejo argentina era: ‘No rompa su auto, rompa el de Oscar’. ¿Qué tiene que ver esto con la marca alemana? Gracias a la gentil invitación de la gente de Audi Argentina (que lejos está de ofrecer sus autos para romperlos) , este martes pude tomar parte del primer Audi Driving Experience de 2007 ya que estoy preparando una nota al respecto para la Revista Tigris. Para los que no saben de qué hablo, les cuento que se trata de un programa de entrenamiento de manejo on road (con autos de la gama en pista) y off road (con la Q7 en todo tipo de superficie).
Dicho programa se lleva a cabo en el autódromo Oscar Alfredo Gálvez de Buenos Aires y apunta a perfeccionar el manejo y adquirir conocimientos teóricos y prácticos sobre distintas maniobras críticas (léase seguridad). Es la única en Sudamérica y una de las 25 que hay alrededor del mundo.
En lo personal fue una experiencia muy interesante y divertida, sobre todo por el estado de la pista del autódromo después de una intensa lluvia, en la cual pude experimentar los distintos comportamientos de los diferentes vehículos (como ser el A3 manual, A3 Sportback, A4 y A6), activando y desactivando los dispositivos de seguridad (control de tracción y estabilidad), y con distinta condición de piso (mojado y seco).
Más allá de haber sido invitado, totalmente sin compromiso, recomiendo tomar éste o cualquier otro tipo de curso similar para mejorar el manejo, ya que en definitiva esto redundará en mejorar el tránsito.
Uno cree saber todo, uno intuye cómo puede reaccionar, pero hasta que no le sucede (toco madera) uno nunca exige el auto como en este tipo de programa ni cuenta con la atenta mirada de dos instructores para saber qué hace bien y qué hace mal. Por eso, no rompa su auto, rompa el de Audi.
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Era hora que tomaras una clase de manejo.