El Papa Francisco no deja de sorprender al mundo con sus gestos de sobriedad y humildad. En lo que respecta a su movilidad, el argentino ya había desechado usar el más moderno papamóvil, obsequiado por Mercedes-Benz a su predecesor, Benedicto XVI, por no permitirle estar más en contacto con los fieles en sus recorridas por plaza San Pedro.
Afecto a subir y bajar del vehículo y a poder saludar personalmente a quienes se lo solicitan, la cabina blindada del flamante Clase M quedó guardada en el Vaticano y Francisco se mueve, desde su asunción, en el Clase 230G que estrenara Juan Pablo II.
Ahora, la noticia llega desde Roma, Italia y vincula a Su Santidad con un viejo -pero en muy buen estado- Renault 4. La historia cuenta que Renzo Zocca, actual párroco de Santa Lucía Pescantina, Verona, quiso regalárselo al papa para que tenga un auto que él considera un símbolo. Es que Zocca, de 69 años, usó el Renault 4 de 1984 para trabajar durante todos estos años, al punto de haberle hecho ya 300 mil km.
Dicen que Zocca en persona luchó con vendedores de droga y asistió a los más necesitados en el Saval, un barrio de la periferia de Verona, y que ahora -teniendo un auto más moderno- se lo ofreció mediante una carta a Francisco, quien se lo aceptó luego de llamarlo por teléfono y preguntarle si estaba seguro de hacerlo.
A su vez, a Don Renzo se lo había regalado el por entonces vice-presidente del Verona, club de fútbol del cual era su capellán.
Previo paso por el mecánico y por el lavadero, el auto llegó a Roma en una grúa el sábado último, según contó el propio Renzo Zocca a Famiglia Cristiana, medio especializado de la iglesia católica. Al vehículo lo acompañaron Renzo y unos 100 peregrinos en ómnibus. Por motivos de seguridad, sólo 50 parroquianos pudieron entrar al Vaticano para asistir al momento de la donación.
El papa lo aceptó y enseguida dijo: “¡Entonces, vamos!”. “Nos subimos cuatro: yo manejaba –dijo Zocca-, él iba a mi lado, atrás iban el mecánico Stefano y mi asistente Luigi. Stefano me dijo: “¡Despacio, estamos en el Vaticano!”. Íbamos a 30 km/h, no le cuento la emoción de los 50 parroquianos que vieron llegar el Renault 4 y que se bajaba el Santo Padre”, agregó.
“También tiene la posibilidad de (ser usado a) gas natural, el Vaticano no ya tiene que temer por la gasolina cara”, agregó Zocca, que también le dejó en el baúl las cadenas para la nieve porque “nunca se sabe“.
Dice que al despedirse, Papa Francisco tomó las llaves, se puso al volante y antes de manejar por la residencia de Santa Marta le confesó que había tenido un Renault 4 y que nunca lo había traicionado.
Antecedente
En su reciente visita a Brasil con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, Papa Francisco eligió trasladarse por las calles de ese país en un vehículo austero: un Fiat Idea. Incluso, en el trayecto el auto detuvo su marcha y el sumo pontífice saludó a los jóvenes que se acercaron a él, desorientando a su seguridad.
Informe completo
En el número 10 de la revista de autos Móvil publiqué un completo informe sobre los papamóviles, repasando desde el primero hasta el actual, poniendo el foco en las versiones hechas en Argentina y en algunas curiosidades.
2 comentarios
buena nota mandala al papa francisco abrazo
Pingback: Renault 4: el austero papamóvil de Francisco - Revista Móvil