Test: Cosas de Autos probó el Subaru New Forester; fotos y video

Tomar contacto con la Nueva Subaru Forester fue algo así como reencontrarse con una ex novia después de un “romance fugaz”. Es que en julio pasado, tuve la posibilidad de manejar este mismo modelo durante 10 mil km y un mes de travesía por rutas de Chile y Argentina, en el marco de la travesía Forester Live que dio vuelta al mundo y completó 100 mil km. (ver nota).

En aquella ocasión fui seleccionado por la filial japonesa de la marca para manejar la Nueva Forester con una particularidad: la configuración para el mercado nipón: motor Turbo de 2 litros, 280 cv de potencia y 350 Nm de torque y volante a la derecha.

Ese motor no está diponible en otros mercados, por ende la más potente en Argentina es la de 240 cv. De todos modos la unidad que tuve la posibilidad de probar ahora gracias a la gentileza de Indumotora fue la de 2.5 litros (sin turbo) y 172 cv. La intriga era qué tal se comportaría mi “ex”, luego de haberme acostumbrado a aquella intensa experiencia que tan buenos recuerdos me dejó. Veamos.

Con ese de sobriedad
Como me gusta decir, Subaru se escribe con ese de sobriedad, algo que es casi una constante entre las marcas japonesas. De todos modos, la cuarta generación de la Forester es la más “osada”, con un diseño exterior que luce más agresivo -sobre todo en su frente- y dimensiones ligeramente mayores a la de su predecesora (4.595 mm de largo; 1.795 mm de ancho y 1.735 mm de alto).

Su dotación de confort es completa aunque sin estridencias, y en esta versión se destaca por una serie de elementos: en primer lugar por su imponente techo panorámico corredizo, sus tapizados de cuero con butaca eléctrica (para el conductor), su climatizador bi-zona, la apertura eléctrica del portón trasero y el display de triple información que nos permite monitorear diferentes variables simultáneamente.

También ofrece espejos retrovisores plegables eléctricamente, acceso sin llave (táctil por presencia) y encendido por botón, regulación de la columna de dirección en altura y profundidad, control de velocidad crucero, conectividad Bluetooth para celular y cámara de retroceso.

Los materiales, los encastres y las texturas están a la altura de los de marcas premium pero a este Subaru le faltan elementos que rivales y -hasta productos de menor nivel- traen, a saber: cierre automático de puertas (ni al contacto ni en velocidad), one touch para todas las ventanillas (sólo tiene la del conductor), sensor de estacionamiento, un equipo de sonido con pantalla táctil y navegador satelital.

En seguridad sí es muy completa empezando por los frenos de discos en las cuatro ruedas con ABS, EBD y Asistencia al Frenado, Asistencia al arranque en pendientes, Control Electrónico de Estabilidad (VCD), cinturones de tres puntos y apoyacabezas en todas las plazas, ganchos ISOFIX para sillas de niños, antinieblas delanteros y seis airbags (frontales, laterales y de cortina). Todo esto contribuyó a que en Europa se alzara con las 5 estrellas en los test del EuroNCAP y que en EE.UU. fuera elegido como el SUV más seguro.

En cuanto a la habitabilidad es óptima para albergar a cinco pasajeros adultos ya que la plaza trasera central también es amplia y cómoda, con una buena distancia al techo y para las piernas dada por su generosa distancia entre ejes de 2.640 mm.

A la hora de llevar equipaje ofrece 505 litros de capacidad volumétrica, un piso plano y la posibilidad de ampliarlo abatiendo el respaldo del asiento 60/40.

Al volante
Muy buena es la posición de manejo y muy simple encontrarla gracias a las posibilidades que brindan las múltiples regulaciones antes mencionadas. La visibilidad también es buena hacia los laterales, con un parabrisas lanzado donde el pilar A no molesta, e incluso hacia atrás aún con los apoyacabezas en posición erguida.

La dirección, por su parte, es asistida eléctricamente y tiene la dureza justa tanto para maniobrar sin esfuerzos en espacios reducidos como para viajar a alta velocidad por una autopista o llevarlo suavamente eligiendo el camino en el off road. Y acá entra a jugar también su suspensión, un tema complejo en todo SUV todo-terreno.

¿Existe el comportamiento perfecto para ambos usos? La Nueva Forester se acerca mucho a esa perfección, lo comprobamos en este contacto de 700 km y durante los 10 mil km que dimos sobre un vehículo bastante “castigado” y con -por entonces- 60 mil km que mantenía un suave confort de marcha, sin evidenciar golpes ni transmitir las imperfecciones del camino.

El motor de 2.5 litros es muy silencioso y su disposición de cilindros enfrentados tipo boxer le confiere un andar sereno y sin vibraciones. Por otro lado, su ubicación asegura un centro de gravedad muy bajo, algo que otorga mayor estabilidad al vehículo, evita los rolidos y hace que su desempeño se asemeje al de un sedán.

La caja, por su parte, es del tipo automática CVT Lineartronic con levas al volante y seis marchas, para muchos la mejor combinación en una transmisión; además, ofrece dos modos mediante el sistema SI-DRIVE: Sport, que realiza los cambios a mayor régimen a cualquier velocidad para encontrar un mejor torque, e Intelligent, que prioriza el bajo consumo.

En este aspecto en modo Intelligent, la Nueva Forester mostró un rendimiento de 7,4 km/l en uso mixto, mientras que en ruta a 120 km/h (2.400 rpm) mostró un consumo de 10,8 km/l y a 130 km/h (2.800 rpm) de 9,3 km/l, cifras acordes a un vehículo de 1.500 kg y con tracción integral permanente.

Uso off road
Subaru bautizó como Symetrical All Wheel Drive a su sistema de tracción por el tipo de distribución pareja y constante a ambos ejes y a las cuatro ruedas, algo que convierte a este vehículo en un auténtico todo-terreno, ideal para viajar por todo tipo de suelo, aún si el conductor no cuenta con demasiada experiencia.

Esto se debe a que en este modelo se incorporó el sistema X-Mode, el cual se acciona apretando un botón ubicado delante de la selectora de velocidades y que trabaja sobre el par motor, los frenos, la transmisión y el VDC. Y, en caso de necesitarlo en un descenso con poca adherencia, también actúa sobre el Control de Descenso en Pendientes, sin necesidad de pisar freno y acelerador, lo que permite dedicación exclusiva a la dirección.

El despeje del suelo (de 220 mm) y los buenos ángulos de ataque (25º), salida (26º) y ventral (22º) le permiten sortear son suficiencia diferentes tipos de obstáculos que se puedan presentar en incursiones fuera del asfalto, algo que pusimos a prueba en el nuevo circuito de Arawak, en la localidad de Cardales.

Los neumáticos que equipan este modelo son de muy buena calidad: Bridgestone Dueler en medida 225/60R17 con llantas de aleación de cinco rayos de original diseño, mientras que el auxilio -que se guarda bajo el piso del baúl- es más chico pero no temporal (185/65R17).

Conclusión
Puede decirse que la Nueva Forester ya es un éxito, porque en un mes ya hay al menos 20 clientes de la marca que decidieron bajarse de la anterior generación (o de algún otro vehículo de la marca) para subirse a este SUV. La fidelidad del cliente de Subaru es algo que otras marcas envidian porque sin alarde de tecnología (al menos visible), consigue mantenerlos cautivos.

Por lo que ofrece, el precio de la versión entrada de gama (u$s 46.900) de 2.0, 150 cv y caja manual aparece muy atractivo respecto de otros SUV 4×2. No lo es tanto el de la versión tope de gama (u$s 69.900), la única con motor 2.0 Turbo de 240 cv. La versión que probamos tiene un precio de u$s 59.900 que la pone a pelear con otros modelos un tanto más baratos, de similares características como SUV urbano pero con menores prestaciones off road y que no ofrecen 5 años de garantía. La decisión pasa entonces exclusivamente por dejarse seducir por una marca “de nicho” y con una tradición reconocida entre los todo-terreno. Dicen los que probaron que Subaru es un viaje de ida.