El clásico de cada año en la TV de EE.UU. es aprovechar las tandas publicitarias del Super Bowl para atrapar la atención de millones de televidentes ansiosos por… ir al baño y seguir viendo la final del fútbol americano. Sin embargo, las grandes marcas invierten presupuestos millonarios para que su aviso salga en esos pocos segundos, y las automotrices son las estrellas de la noche.
Al igual que en ediciones pasadas, repasamos los comerciales de autos que salieron en el Super Bowl XLVIII. En esta ocasión se destaca el importante desfile de estrellas de Hollywood.
A nuestro gusto, por lejos sobresale el de Chrysler que tiene como protagonista (en locución y en imagen) al legendario músico Bob Dylan; en tiempos en los que Chrysler fue absorbida por Fiat (ver nota), la marca de Detroit apeló al sentimiento americano, conjugando imágenes potentes y un relato que arranca preguntando “¿Hay algo más americano que los Estados Unidos?” y cierra con “Deja que Alemania elabore tu cerveza, deja que Suiza haga tu reloj, deja que Asia ensamble tu teléfono. Nosotros, construiremos tu auto.” Muy buen aviso, salvo por el detalle de que Dylan se sube a un Nuevo Chrysler 200 que poco tiene de típico auto “americano”.
La apuesta de Kia fue bien fuerte también: el actor Laurence Fishburne volvió a ponerse en el papel de Morpheus de la película “Matrix” para promocionar el sedán K900. Un valet parking muy particular que termina cantando “Nessun dorma” de Giacomo Puccini en el asiento de atrás.
Lo de Ford no se quedó atrás: su aviso salió justo antes de que comenzara el partido y fue protagonizado por el comediante Rob Riggle y el galán James Franco. ¿Por qué dos actores? La dupla puso énfasis en la autonomía del Nuevo Fusion Hybrid que es “casi el doble” de la de un auto similar con motor naftero.
Toyota optó por el humor (muy yanqui, por cierto) y combinar a Terry Crews -un ex jugador de fútbol americano devenido en comediante- y a Los Muppets para el aviso de la SUV Highlander.
Honda contrató a la súper estrella de acción Bruce Willis, quien se puso solemne y -con música de piano de fondo- invitó a los televidentes a abrazar a las personas importantes que los rodeaban en ese instante, trazando un paralelismo con la alta seguridad que proporcionan los autos de la marca japonesa fabricados en EE.UU.
Jaguar debutó en el Super Bowl con un spot que se parece casi a un corto: los actores Ben Kingsley, Tom Hiddleston y Mark Strong preguntan a cámara por qué todos los villanos del cine son interpretados por británicos. Una excusa divertida para mostrar en acción al F-Type coupé.
Hyundai tuvo presencia por partida doble: un comercial bastante tonto para el Nuevo Elantra con los comediantes Johnny Galecki y Richard Lewis, y otro más interesante para el Nuevo Genesis en el que recuerda el sexto sentido de papá para salvarte de accidentes.
Volkswagen, en cambio, no usó actores sino a sus ingenieros a los que les crecen alas cuando un VW llega a 100.000 millas. ¿Cómo? Es lo que un papá le hace creer a su hija a bordo de un Jetta (nuestro Vento).
Por su parte, Chevrolet también dejó las excentricidades de lado y puso al aire dos avisos bien distintos: el de la Nueva Silverado y su vínculo con el campo y uno en el que recuerda que el martes es el Día Mundial de la lucha contra el cáncer, día en el que la marca contribuirá con un dólar por cada perfil de Facebook o Twitter que se ponga de color púrpura (símbolo de la lucha contra esta enfermedad).
Lo de Audi puede resultar gracioso o ridículo, también ambas cosas. El comercial muestra un perro deforme, cruza de un doberman y un chihuahua con el que contrapone al Nuevo A3 sedán: “un auto creado sin compromisos”.
Jeep buscó acercarse al público joven en el comercial de la Nueva Cherokee que se llama “inquietud” y busca emparentar este todoterreno con los desafíos y el alcanzar los límites.
Maserati optó casi por no mostrar su nuevo deportivo Ghibli sino dejar que una nena afroamericana narre en off y se muestren diferentes imágenes de oficios y de previas a la salida de la oscuridad.
