El Papa Francisco encara por estas horas el viaje más importante desde que fue elegido máximo representante de la Iglesia Católica al visitar Medio Oriente. Pero, ¿en qué se moviliza?
Para esta visita, el Vaticano decidió no llevar el SCV-1, el reconocido papamovil Mercedes-Benz 230G que se usa en las recorridas por Plaza San Pedro y alrededores, y que sí se usó en julio del año pasado en la visita del Papa a Brasil.
Entonces, ¿en qué se movilizó Francisco por las calles de Ammán, en Jordania? En una modesta Land Rover Defender especialmente acondicionada para la ocasión.
Si bien se trató de una unidad nueva, la misma no adoptó lujos: apenas fue pintada y tapizada de blanco, respetando los detalles de aluminio y plástico negro, propios de este todoterreno.
Sin llantas especiales ni vidrios blindados, apenas con un techo de policarbonato translúcido y una alfombra roja, la Defender evidenció sobriedad absoluta en la primera escala del viaje.
¿Y qué vehículo usó Francisco en su arribo a la Plaza del Pesebre, en Belén? Acá -debemos confesarlo- nos costó encontrar la respuesta, pero luego de mirar muchas fotos logramos descifrar el acertijo. En este caso se adaptó una pick-up Mitsubishi L200 Tritón Cabina Simple pero con algo de tuning encima, lo que no la hace tan reconocible a simple vista.
Esta Tritón en versión “de trabajo” fue modificada con una parrilla y un paragolpes bodycolor que le cambia su aspecto pero conservó sus modestas llantas de chapa; se le sumó a la caja una estructura de caño que recubre con acrílico transparente todo el frente y el techo (no los laterales), se le colocaron generosos butacones de cuero y alfombra roja.
El interior también fue pintado íntegramente de blanco, incluida la plancha, el panel de instrumentos y hasta el volante, forrado en cuero. Como común denominador, ninguno de los dos tenía techo, sino que eran descubiertos para conductor y acompañante.
Fiel a su esencia, Francisco aprovechó las posibilidades que le brindaron estos vehículos para tomar contacto con los fieles que saludaron su paso.
A partir de estos dos estrenos, más de un publicista podrá decir que para un Papa todoterreno no hay nada mejor que una Land Rover, o que un Papa trabajador merece una pick-up como la Tritón.
También en un carrito de golf
Como curiosidad de esta trascendente gira donde el Papa se reunió con los máximos representantes de las diferentes religiones queda el “paseo” que dio en un carrito de golf conducido por el Rey Abdullah II de Jordania, quien eligió esta forma de transporte para llevar a Francisco a la orilla oriental del río Jordán, donde se cree que Jesús fue bautizado.
En Israel, sin papamóvil
Este lunes se develó la incógnita sobre qué vehículo usaría el Papa Francisco en su visita a Israel. Y acá quedó bien claro que nada de autos blancos llamativos y mucho menos descubiertos o sin cristales blindados. El Vaticano debió ponerse a las órdenes del Servicio de Inteligencia israelí y el Sumo Pontífice se trasladó en una Subaru Forester X de color negro y vidrios polarizados.
Francisco viajó en las plazas traseras del todoterreno que fue rodeado en todo momento por una fuerte custodia, y así se movilizó en su encuentro con el presidente israelí, Shimon Peres, y en la recorrida que incluyó paradas en el Muro de los Lamentos, la tumba del fundador del sionismo y el museo del Holocausto.
Como elemento destacado se evidenció un portaequipajes en el techo -de la marca Thule- que pareciera incluir una serie de antenas.
Si quieren saber más sobre parte de “La historia de los Papamóviles”, los invitamos a leer esta nota: Habemus papam argentino y también papamóviles