La tapa del diario Tiempo Argentino, muy cercano al gobierno nacional, dio cuenta este domingo de la instalación en Argentina de una de las marcas de autos deportivos más deseadas del mundo: Lamborghini.
Bajo el título “Lamborghini fabricará autos en la Argentina”, la publicación se anima a asegurar que esto será en el “próximo semestre” y con la promesa de que “generaría hasta 8.000 empleos”.
Antes de que el lector empiece a ilusionarse con ahorrar unos pesos para comprar un auto de la marca italiana o antes que a la presidenta la Nación Cristina Fernández se le ocurra hacerse eco de esta noticia en cadena nacional, nos vemos obligados a hacer algunas aclaraciones importantes.
Lamborghini Latinoamérica
En 1994, el empresario mexicano Jorge Antonio Fernández García, también conocido como Joan Fercí, aprovechó la crisis de Lamborghini -por entonces en poder del Grupo Chrysler y del Grupo Megatech– y compró los derechos para fabricar y comercializar productos de esa marca en Latinoamérica.
En el sitio web de esta suerte de “filial”, se puede encontrar el permiso concedido en aquella oportunidad, con el que empezó ensamblando una veintena de “Lambos” en México y vendiéndolos en Norteamérica.
El permiso de Lamborghini y Joan Fercí junto a su Diablo.
Tres años después de la firma de aquel permiso (válido por 99 años y que vence en 2095), el Grupo Volkswagen adquirió a Lamborghini y la sumó a su porfolio de marcas junto a Bugatti, Bentley y Porsche, entre otras.
Desde entonces, Fernández García viene prometiendo sistemáticamente instalarse en diferentes lugares del continente con la amenaza de producir no los modelos que se fabrican en Europa sino creaciones propias. La primera de ellas fue el Coatl, un modelo que vio la luz en 2001 y del que se hicieron sólo tres unidades; con un diseño de dudoso gusto, contaba con un motor V12 de 6.2 litros y 675 hp, y un precio (se dice y por entonces) de u$s 675.000, según su autor.
Lamborghini Coatl.
El Coatl (y su hermano el Eros, con motor V8) fue el primer auto hecho bajo licencia de Automóviles Lamborghini Latinoamérica S.A. con sede en México D.F.
En 2006, Fercí anunció la fabricación en suelo argentino del Alar, del cual llegó a hacer un prototipo que se presentó en una muestra de tuning en Buenos Aires llamada Expo World Cars.
El Alar concept fue desarrollado sobre el chasis del Lamborghini Diablo, y su precio estimado era de u$s 750.000.-
Lamborghini Alar.
Ni acá ni allá
Al parecer, las trabas que encontró lo hicieron desistir en su proyecto y desapareció del mundillo automotor hasta 2010, cuando aseguró (ver nota) que Lamborghini Latinoamérica se instalaría en la provincia de Santiago del Estero para fabricar el Coatl, el Alar y el nuevo proyecto llamado Miura II con precios que rondarían los u$s 150.000.-
La firma con el gobierno provincial era un hecho, se hablaba de una producción de 12 unidades en el primer año y de una meta de 300 unidades anuales, pero todo quedó en la nada y volvió a desaparecer.
Proyecto Lamborghini Miura II.
Sin embargo, Lamborghini Latinoamérica S.A. reapareció en diciembre de 2013 del otro lado del Río de la Plata, con el anuncio de la instalación de una fábrica en el Polo Industrial de Las Piedras, en Montevideo, Uruguay (ver nota).
Este proyecto -con idea de comenzar a fabricar en 2014- se presentó algo más austero: una producción “tentativa inicial” de 24 unidades con destino de exportación, trabajo “artesanal” en una planta “boutique” que apuntaba a emplear hasta 150 personas de forma directa en el momento “de apogeo”.
“Vamos a tener un auto de u$s 1 millón, pero la idea es fabricar autos de u$s 80.000 y u$s 160.000”, señaló hace siete meses el Dr. Patricio Glasberg, socio de Fernández García en Automóviles Lamborghini de Uruguay SRL. Pero esto tampoco se concretó.
En Pilar o en CABA
Ahora, la noticia de Tiempo Argentino reflota la intención de Lamborghini Latinoamérica en suelo nacional, más precisamente en Pilar o en la Ciudad de Buenos Aires, tras la sanción reciente de la Ley de Autos Artesanales 26.938 (ver nota), de la que se espera su reglamentación.
“Con la salida de la ley, la industria artesanal podría crear ‘entre 5000 y 8000 puestos de trabajo'”, cita el diario en el cuerpo de la nota en referencia al total de mano de obra que se podría generar en este ámbito cuando en tapa adjudica este número sólo a Lamborghini. Y se habla de la posibilidad de creación de un polo de autos artesanales que podría incluir a otras marcas como Ferrari y Porsche. (?)
La nota -que lleva la firma de Martín Ferreyra- está repleta de hipótesis, potenciales y supuestos que no se condicen con el título que da por hecho el inicio de producción y que omite su dudoso historial.
No es que descreamos de la noble intención de Fernández García, que ojalá después de 20 años consiga cristalizar su proyecto y mejor aún, encuentre compradores para sus productos. Pero al menos, por ahora, sólo podemos decir que una “noticia” semejante encontró el medio ideal para ganarse un lugar en la tapa de su edición dominical, nada menos.
