El diputado provincial por Buenos Aires, Felipe Solá interrumpió este martes por la tarde un evento privado que se llevaba a cabo en el Owners Club, un circuito de autos ubicado en la localidad de General Rodríguez, al oeste bonaerense.
Citroën Argentina había participado a la prensa especializada y a algunos invitados, en su mayoría celebrities y deportistas, a conocer de cerca el auto que el próximo fin de semana correrá en Termas de Río Hondo, fecha del calendario mundial del WTCC. E incluso a subirse a los autos en caracter de co-pilotos.
A su vez, el evento tenía un costado muy fuerte de Responsabilidad Social Empresaria, puesto que cinco chicos con discapacidad intelectual de la Fundación Baccigalupo serían parte de esta singular experiencia.
Todo se desarrollaba tal lo estipulado, con los pilotos José María Pechito López y el francés Sebastien Loeb alternándose al volante del auto, cuando de repente apareció Solá, vecino lindero del predio.
El ex gobernador adujo que el predio no cuenta con autorización para “este tipo de eventos” y que a raíz del ruido que produce el sonido del motor del auto de carreras sus animales (caballos) no pueden descansar correctamente y se alteran. “O terminan con esto o me meto con mi auto y corto la pista”, amenazó Solá.
Visiblemente molesto, pidió conocer a los responsables del evento y a pesar de que Julieta Rotger, Directora de Comunicación de Citroën Argentina, quiso dialogar con él, se dirigió a su Subaru XV y lo cruzó en medio de pista, parándose en el frente del vehículo en gesto desafiante y escoltado por dos guardaespaldas, uno de ellos armado con una escopeta Ithaca (que luego guardó en el interior del auto).
A partir de ese momento se inició una “negociación” con el diputado que se negaba a retirarse aduciendo un viejo pleito con el dueño del predio, el empresario Carlos de Narváez, hermano de Francisco, también político. Después de unos 15 minutos de charla, donde diferentes directivos de la automotriz lo convencieron de seguir adelante con el evento que -justamente- se había detenido cuando iban a subir los invitados de la Fundación Baccigalupo.
“¡No, no me va a dejar con las ganas a los chicos!”, se reía nerviosa Cecilia Baccigalupo, ex tenista y alma máter de la Fundación que lleva su nombre. Finalmente, Solá se acercó a la prensa para aclarar el motivo por el cual reaccionó de esa manera.
Dijo que una parte del circuito está emplazada sobre parte de su terreno y -como correspondía- deslindó del problema a Citroën, que sólo alquiló el predio. Según pudimos averiguar con fuentes de la intendencia de General Rodríguez, el predio Owners Club tiene los papeles en regla para realizar este tipo de reuniones. Lo mismo expresó la responsable del lugar, Vanesa Gervasini.
Seguramente cuando veo la repercusión que tuvo se reacción, el flamante miembro del Frente Renovador pidió disculpas por lo sucedido en su cuenta de Twitter.
Otro papelón
Lo más curioso del asunto es que Citroën Argentina no iba a realizar esta exhibición en General Rodríguez sino en el autódromo de Buenos Aires, el cual fue clausurado por el gobierno porteño por deficiencias en las instalaciones en la previa de la carrera del STC2000 del 20 de julio.
Esto obligó a la marca francesa a buscar rápidamente una alternativa y el trazado privado de De Narvaez apareció como la mejor opción por las comodidades que ofrece. Si bien queda alejado de la Capital, tiene un doble acceso, estacionamiento, buenas instalaciones y una pista de 2.4 km de extensión diseñada por Sergio Salazar, el mismo que llevó a cabo el trazado privado de la familia Pérez Companc.
El Owners Club es un predio que se utiliza para eventos y reuniones de coleccionistas de autos clásicos que no tenían un lugar para disfrutar de sus vehículos.