Seguramente estarán tristemente habituados a ver autos sin ruedas en cuanto barrio de su ciudad transiten. Personalmente nos hemos topado con autos sin una, dos, tres y hasta las cuatro ruedas, apoyados en el piso, sobre latas, piedras, ladrillos o directamente “tirados” en el asfalto.
Y no hay distinción de marca o modelo, desde Peugeot 308 hasta Renault Koleos, pasando por Chevrolet Sonic, y Volkswagen Gol Trend, los vimos de todos los segmentos y a algunos de ellos hasta los fotografiamos, como una manera de compadecernos.
Esto comenzó hace varios años pero se potenció en los últimos dos, con las restricciones a las importaciones y el alto costo de reposición de neumáticos y llantas, de la mano del auge de los patentamientos.
Pero, hay que decirlo, no es algo que ocurra sólo en la Argentina. “Mal de muchos, consuelo de tontos” dice el refrán y sirve para consolarnos (un poco), estemos donde estemos.
¿Un ejemplo? Hace pocos días, Tim Mahoney, jefe global de marketing de Chevrolet, compartió en su perfil en Facebook la foto de su Chevrolet Tahoe parada sobre cuatro ladrillos.
No, Tim no estaba paseando por Buenos Aires, dejó estacionada su flamante SUV negra en un barrio suburbano de Detroit, donde reside para ejercer su cargo en General Motors, según consigna Automotive News.
“La vida en la ciudad”, publicó como leyenda Mahoney junto a la foto. Y al recibir comentarios de sus amistades, el ejecutivo de GM agregó en tono irónico: “Me las arreglé para hacerle 425 millas (680 km) antes de que se perdieran las ruedas”.
Detroit, considerada históricamente como la Motor City de EE.UU. y el mundo, por ser sede de GM, Ford y Chrysler, sufre los efectos de la desocupación al ver cerrados muchas plantas automotrices y de autopartes, principal fuente de empleo.
Mr. Mahoney, si viene por acá se va a sentir como en su casa, se lo aseguramos.