Tavon Watson decidió este domingo ir a festejar su cumpleaños 24 en el Walt Disney World Speedway, un circuito privado que forma parte de “Exotic Driving Experience”, un curso de manejo avanzado de autos súper deportivos.
Watson ya había estado anteriormente en ese mismo trazado pero esta vez, algo falló y cuando estaba al volante de un Lamborghini Gallardo blanco hizo una mala maniobra, perdió el control y chocó contra un guardrail. Como consecuencia del inesperado accidente murió su acompañante, el instructor Gary Terry.
Terry, de 36 años, tenía amplia experiencia y además era el gerente de Operaciones del Walt Disney World Speedway. El impacto fue justo del lado derecho, donde él viajaba, y ni el cinturón de seguridad ni el casco fueron suficientes para salvarle la vida.
El “Exotic Driving Experience” permite probar autos muy costosos por tarifas que van desde los u$s 199 y hasta los $439, y recibir una introducción de parte de pilotos profesionales en distintos circuitos de EE.UU. como Daytona International Speedway, Atlanta Motor Speedway, Kansas Speedway y el citado Walt Disney World Speedway, que está en Orlando, cerca de los parques temáticos.
Son 5 ó 6 vueltas sobre unidades de marcas como Porsche, Audi, Ferrari o Nissan bajo la atenta mirada de los co-pilotos, que son quienes realmente saben cómo llevar estos autos, muchos de los cuales alcanzan los 300 km/h.
“Diseñado específicamente para el Exotic Driving Experience, el Exotics Course de Walt Disney World Speedway tiene un trazado híbrido de una milla (1.600 metros) en sentido horario que combina la sensación de velocidad de un óvalo con los desafíos del sector interno, el cual incluye una serie de zig-zag de derecha a izquierda; este diseño permite a los conductores acelerar altas velocidades mientras prueba las características y habilidades de manejo y frenado de algunos de los súper deportivos más increíbles del mundo”, dice el sitio web oficial.
Tavon Watson, fanático de los autos, fue internado con heridas leves y luego de recibir el alta se puso a disposición de la policía e -incluso- volvió al circuito. Sin embargo, trascendió que no será procesado porque el accidente ocurrió en una pista cerrada, donde los conductores no siguen las mismas reglas que en la vía pública y en donde aparentemente no estaba manejando de manera imprudente.
El Walt Disney World Speedway es operado por Petty Holdings, del ex piloto Richard Petty, que también opera el “Richard Petty Driving Experience”, que permite manejar o viajar como acompañante en autos de NASCAR.
“Ayer perdimos un miembro valioso y de larga trayectoria de la familia Exotic Driving Experience, el sr. gerente de Operaciones e instructor de manejo profesional, Gary Terry. Nuestros pensamientos y oraciones están con la familia y los amigos de Gary. Lo extrañaremos”. Así recordaron a Terry sus compañeros en el sitio oficial de Facebook del curso.
Video promocional de la compañía
Que esto sirva para tomar conciencia que un accidente puede ser fatal aún dentro de un circuito, con medidas de seguridad y bajo la mirada de expertos. Si muere alguien en estas condiciones (o en una carrera supervisada por la FIA) cómo no habrían de morir particulares que deciden corren picadas en cualquier calle o avenida del mundo.
“Suelte el piloto de carreras interior… en nuestra pista, no en sus caminos”, dice un mensaje de la empresa en su cuenta de Twitter.