Ford dio a conocer los resultados de un estudio que realizó en Europa, el cual indica que una de cada tres personas no utiliza el cinturón de seguridad trasero, un dispositivo tan importante como los cinturones delanteros en todo tipo de colisiones.
El Consejo Europeo de Transporte estima que -sólo en la Unión Europea- la utilización del cinturón de seguridad trasero evitó más de 8.600 muertes y, que en 2013 al menos un 60% de las 1.900 personas fallecidas en un accidente de tránsito fue por no utilizarlos.
La encuesta realizada a más de 7.100 adultos europeos también revela que uno de cada cuatro conductores no insiste a sus pasajeros para que utilicen este dispositivo y que las personas mayores de 40 años son las menos proclives a hacerlo, mientras que entre los jóvenes menores de 24 años, sólo un 21% admitieron que no utilizan el cinturón trasero.
“Aprender a conducir no es algo que finaliza cuando se obtiene la licencia de conducir”, remarca Jim Graham, gerente de Ford Driving Skills for Life, una iniciativa de la compañía que ha facilitado educación vial a más de medio millón de jóvenes en todo el mundo, desde que el programa se inició hace 12 años en EE.UU.
“Utilizar el cinturón de seguridad puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, tanto en los asientos traseros como en los delanteros, sin importar la edad”, agrega Graham
Paul Mascarenas con el cinturón de seguridad con airbag desarrollado por Ford.
Ford también apuesta a la innovación en lo que tiene que ver con la seguridad, y una prueba de esto son los cinturones de seguridad traseros inflables que estarán disponibles en el Nuevo Mondeo, que será presentado la semana próxima en el mercado argentino.
Este desarrollo parecía inalcanzable o futurista cuando fue anunciado allá por 2009 (ver nota), y donde destacábamos su relevancia para una marca generalista.
Este novedoso sistema está desarrollado para brindar protección adicional: en caso de colisión frontal o lateral, un airbag ubicado a lo largo del cinturón se infla, aumentando el diámetro para distribuir mejor el impacto sobre el cuerpo del pasajero y de esta manera minimizar las lesiones provocadas.
