“La reacción de las marcas no fue nada buena, la oposición fue importante”. Así definió el Ing. Alejandro Furas, director técnico de Global NCAP, el anuncio de la implementación de un nuevo Protocolo de evaluación de Latin NCAP a partir del 1 de enero de 2016 (ver nota con los cambios). Algunas marcas, incluso, ya realizaron consultas para conocer detalles del mismo, quizás para preparar sus modelos a futuros ensayos (que ahora incluirán crash test más complejos y será imprescindible tener ESP).
Sin embargo, Furas prefirió poner el foco en quienes tienen la posibilidad de cambiar algo mediante la toma de decisiones: los gobiernos de la región. “No estamos viendo ningún apoyo de parte de los gobiernos, y no me refiero a dinero sino a decisiones simples como que los vehículos que se comercialicen en sus países cuenten con el aval de las estrellas”, manifestó.
“No estamos hablando de gastos de dinero, sí de toma de determinaciones”, dijo Furas y sugirió que “los vehículos que conforman sus flotas oficiales tengan por lo menos 4 ó 5 estrellas”.
“También pueden colaborar anunciando que vehículos que cumplan con ciertas normas o tengan determinada cantidad de estrellas comenzarán a recibir una exención impositiva para promover su comercialización; las marcas tomarían nota y por vender más se comenzarían a preocupar por venderlos en nuestra región”, sugirió el directivo.
“Cuando comenzamos con Latin NCAP estábamos a 20 años de diferencia con Europa y ahora nuevamente vamos a estar a esa distancia. Lo que podemos hacer nosotros como ente es presionar y exponer a los gobiernos cuando son deficientes en cuanto a exigencias”, afirmó.
Menos pruebas, más caras y exigencias
De acuerdo a estos cambios de Protocolo, que entrará en vigencia el año próximo, Latin NCAP estará condicionada seriamente por el alto costo de los ensayos. Según nos confió Furas, a lo largo de 2016 habrá tres o cuatro presentaciones de resultados de ensayos.
El criterio de selección de modelos seguirá siendo el mismo que se usó hasta ahora, considerando aquellos que se comercializan exitosamente en diferentes mercados de la región.
Lo que adelantó Furas es que posiblemente se ensayen nuevamente algunos modelos para complementar la prueba a la que fueron sometidos con el Protocolo vigente hasta el 31 de diciembre de 2015. Esto pone en la mira a modelos que obtuvieron 5 estrellas y que las pueden revalidar como son el Volkswagen Golf VII, Volkswagen up!, Jeep Renegade, Ford Focus III y Toyota Corolla, por ejemplo.
“Se precisan al menos dos unidades para los sendos impactos y, en caso de perfilarse para 5 estrellas, una tercera para el impacto de poste. Para probar el funcionamiento del ESC se utiliza una de estas antes tres unidades antes de ser impactada”, señaló el uruguayo.
“Los vehículos que no cuenten con elementos de protección para impactos laterales se les dará por perdida la prueba de poste sin necesidad de que sea realizada”, amplió.
¿Cuál es el costo de un test completo con el nuevo Protocolo? Sin contar el costo de las unidades, su traslado e impuestos (muchas veces se deben abonar por ser de otro origen) el costo de los ensayos de Latin NCAP rondará entre los 300 y los 350 mil euros.