Isela Costantini, ex presidenta de General Motors Argentina y ex titular de ADEFA, está trabajando desde hace dos meses como presidenta de Aerolíneas Argentinas. Y al igual que muchos empresarios, que padecieron ciertas conductas del gobierno saliente, comenzó a revelar algunos detalles del trato y las negociaciones con funcionarios en la era de Cristina Fernández.
Invitada este lunes por Jorge Fernández Díaz a su programa de Radio Mitre, la ejecutiva hizo un fugaz repaso de su gestión al frente de la automotriz y contó cómo fueron sus primeros días en el cargo.
«GM tiene una visión bastante peculiar, muy interesante… La industria automotriz es de inversiones de largo plazo; por ejemplo los u$s 750 millones de los que conseguí aprobación para invertir en mi última gestión, es una inversión que la vamos a terminar de pagar en General Motors 10, 15 ó 20 años», señaló Costantini.
«No es una cuestión de planificación. Uno tiene una visión en la que mide qué significa para la empresa a nivel global estar físicamente en un país», sostuvo. «Uno tiene que entender que va a estar 100, 50 ó 30 años en un país y no importa el gobierno; uno debe tener que aprender a manejarse y adecuarse a la realidad que va a estar viviendo en ese momento», agregó.
Fernández Díaz, ávido por saber los entretelones de la relación automotrices-gobierno, la interpeló y se encontró con una respuesta inesperada.
-¿A vos no te bardearon ni Moreno o Kicillof, no?
-Sí, tuve mis momentos… Yo llegué a la Argentina en febrero de 2012, cuando ya estaba aprobado que se iban a contratar 700 personas y que se iba a lanzar un tercer turno. Y yo ya veía que ese tercer turno no iba a funcionar, que no había forma de producir ese auto para mandar a Brasil; así fue que llamé a mis jefes y les dije: «Miren, no voy a lanzar un tercer turno y necesito inversión. Necesito otro modelo de negocio porque esto no funciona y esta empresa no va a dar plata nunca».
Apenas dos semanas después de haber desembarcado en Argentina, Isela viajó a Brasil a exponer su posición durante una hora y media ante el Comité de Sudamérica de GM. Le dieron la razón pero le advirtieron del impacto político que podría tener ese cambio.
«Me tocó darle la noticia a Moreno por teléfono y estaba muy enojado, muy efusivo…» Costantini recuerda que el entonces Secretario de Comercio Interior le respondía del otro lado de la línea que había que vender autos. Y ella le respondió que no iba a fabricar autos para dejarlos estacionados, y que iría «adonde vos quieras a vender autos pero donde hubiera clientes». Moreno le respondió: «Bueno, vamos a Angola».
La hoy presidente de Aerolíneas Argentinas no viajó a África pero por pedido de Moreno envió en la comitiva a «un vendedor, unas banderitas y el auto». Consultada fuera del aire por la colega Maru Duffard, Costantini reveló algunos detalles de la infructuosa misión comercial de mayo de 2012.
El auto enviado por GM a pedido de Moreno fue un Chevrolet Agile, a pesar de que su costo de producción era alto e inviable para su exportación y comercialización en suelo africano. Obviamente no hubo negocio alguno y más aún: el auto nunca regresó a la Argentina. El auto «quedó en Angola», certificó.
Horas más tarde, Guillermo Moreno, en el programa de TV Intratables, negó que el auto no haya retornado y calificó a esa misión (de la que recordó que también formó parte Fiat), como exitosa.
«No es cierto, el auto se vendió», espetó Moreno y cuando le mencionaron que la propia Isela Costantini había contado que la unidad enviada a Angola nunca regresó, retrucó con un: «Dice cualquier cosa» (ver desde 49m21s).
¿Adónde habrá quedado ese Agile? ¿Alguien lo estará usando o será pieza de museo de una misión infructuosa a Luanda? Vale recordar que la única marca que en los últimos años consiguió exportar a Angola es Volkswagen, que exporta la Amarok a varios países del continente africano (ver nota).

Cristina Fernández y Moreno posan sobre una cosechadora en la Feria Internacional de productos argentinos en Luanda, Angola.
Dato: según un informe publicado en septiembre de 2013 por el diario La Nación (ver acá), después de la misión comercial a Luanda, las exportaciones a Angola no sólo no se incrementaron sino que disminuyeron.