Recientemente nos formularon la siguiente pregunta (a título personal): “Si contaras con el presupuesto, ¿qué auto te resolvería la vida que llevás actualmente?”. Es una pregunta compleja porque la respuesta debe reunir diferentes aspectos. Exactamente los mismos que cada comprador de un vehículo va tildando mentalmente cuando está ante esa posibilidad, aunque en este caso no exista la limitante del dinero.
Pero hay que reconocer que no demoramos demasiado en contestar porque ya habíamos hecho ese ejercicio previamente: “Subaru XV”. Y así salió impreso el nombre de la marca y el modelo en el último número de la revista Móvil, junto a nuestra foto y CV, como para que no quedaran dudas. ¿Por qué elegimos este modelo? Menos de un mes después de haber contestado el interrogante, nos subimos a una unidad flamante y nos lo preguntamos.
A bordo
Quienes trabajamos en este rubro somos privilegiados por muchos aspectos y uno de ellos es por tener la chance de manejar autos nuevos. ¿Qué tan nuevos? El New XV Limited que manejamos por una semana acusaba sólo 23 km, por lo que ese olor embriagante de su interior nos recordaba que debíamos tratarlo muy bien y nos invitó a recorrerlo al detalle.
¿Qué tiene de nuevo este XV como para merecer el mote de New? Son varios los elementos de diseño exterior (algunos más sutiles que otros) de esta propuesta que se lanzó en mayo. En primer lugar hay retoques estéticos externos que se comprueban en las ópticas delanteras de Xenón con lava-faros y tipo “ojo de halcón” (que se prolongan hacia la parte alta) acompañadas de anti-nieblas que incorporan luces diurnas (no hacen “de” sino que tienen doble lámpara).
También es nuevo el diseño de la parrilla, hay detalles cromados en la parte baja del frente, un nuevo diseño de llantas de 17″ así como de los faros traseros de LED, y el agregado de un nuevo faro anti-niebla trasero central.
No hay modificaciones en cuanto a su tamaño: mide 4.450 mm de largo; 1.780 mm ancho y 1.615 mm de alto, con una distancia entre ejes de generosos 2.635 mm. Y la distancia mínima respecto al suelo es de 220 mm.
Sin embargo, el gran cambio está en el interior, donde para una marca sobria como Subaru hay todo un salto: en la consola central se destaca el nuevo sistema de entretenimiento multimedia táctil de 7″ (de serie es de 6,2″) con cámara de retroceso, la posibilidad de espejar el teléfono celular (mediante la muy lenta app Starlink), y el sistema activo de reconocimiento de voz, al que se accede a través de los mandos ubicados en el nuevo volante multifunción forrado en cuero.
A decir verdad, tanto alarde de tecnología llega a confundir al conductor debido a que hay tres pantallas para mirar: la computadora de abordo en el centro de los relojes (que se opera desde la izquierda del volante), el display ubicado en la parte superior de la plancha que muestra el funcionamiento de la doble tracción e indica el consumo (que se opera desde una perilla al costado del velocímetro) y la pantalla multimedia antes mencionada (que es táctil y también permite cambiar lo concerniente al audio desde el volante).
Seguramente, en un futuro todo se concentrará en la pantalla principal y el display superior desaparecerá, pero mientras eso no ocurra hay que familiarizarse con la operación diferenciada de las mismas para evitar distracciones.
Dicho esto, y acá se responde uno de los aspectos que nos atrae del XV, la calidad percibida está al nivel del de las mejores marcas, con muy buenos materiales y encastres, y sin estridencias (salvo la pedalera de aluminio).
Además, la versión Limited se destaca por tres elementos que quienes los aprecian, pagan contentos la diferencia por ellos: interior tapizado en cuero (con costuras en naranja y con la etiqueta XV), techo solar eléctrico y butaca del conductor con ajuste eléctrico en ocho posiciones.
Al tratarse de un crossover la posición de manejo es similar a la de un sedán, apenas algo más elevada, pero con una habitabilidad interior muy confortable. En las plazas delanteras se viaja muy cómodamente, con todo al alcance de la mano, porta-objetos varios, apoya-brazos central y climatizador bi-zona.
Atrás, en tanto, hay muy buen espacio para las rodillas para que dos adultos (incluso corpulentos) puedan ir relajados y con una correcta altura al techo. Y si bien tiene apoyabrazos rebatible con posa-vasos, cinturón de tres puntos y apoya-cabezas para todos, lo que faltan son salidas de aire.
¿Otras ausencias? A lo mencionado, lo típico en un Subaru (aún en los tiempos que corren los japoneses son inflexibles): no tiene cierre automático de puertas ni one touch en las cuatro ventanillas (sólo en la del conductor) ni sensores de estacionamiento. Y agregamos que cuenta con auxilio temporal (185/65 R17), una verdadera pena; al menos queda el consuelo de que se guarda debajo del piso del baúl y no de manera externa.
Y hablando de este compartimento cabe mencionar que es el punto flaco porque sólo permite alojar un volumen de 380 litros. Muchas veces esto no nos dice nada, sólo nos da un indicio comparativo; a favor del New XV se menciona que el piso es totalmente plano, la boca muy ancha y cuenta con 72 cm de alto, por lo que resulta ideal para llevar valijas, por ejemplo.
El nivel equipamiento es alto y sobresale por elementos como el sistema Start & Stop, el acceso sin llave y encendido del motor por botón, acompañado de otros de seguridad como el Control Electrónico de estabilidad (VDC) y el Sistema de Arranque en Pendientes.
Al volante
Buen grip de volante cocido multi-función con regulación en altura y profundidad + ajuste eléctrico de butaca es un combo imbatible que sólo se mejora si hay un buen descanso para pie izquierdo y control de velocidad crucero, algo que encontramos en este modelo.
El motor es el ya conocido 2 litros naftero de 16v en disposición Bóxer (con los cuatro cilindros enfrentados); entrega una potencia máxima de 150 cv @ 6.200 rpm y alcanza un torque neto de 196 Nm @ 4.200 rpm, con tracción permanente en las cuatro ruedas. Esto es mediante el sistema Symmetrical AWD característico de la casa nipona que en condiciones normales distribuye el torque 60% adelante y 40% atrás.
La caja es la Lineartronic, es decir una automática de tipo CVT e 6 marchas con levas al volante (sin modo Sport), que permite el pasaje manual ante determinadas requisitorias, como puede ser el sobrepaso de un camión.
La dirección, que es servo-asistida eléctricamente, es un placer ante maniobras a baja velocidad y se muestra muy firme a alta velocidad, donde la doble tracción y el VDC permiten disfrutar de un vehículo que parece ir sobre rieles.
Siendo un vehículo más alto que un auto pero más bajo que un SUV, y por contar un centro de gravedad bajo (por el tipo de motor), el New XV se disfruta mucho al manejar en cualquier circunstancia, tanto en el uso diario en calle, como al salir a la ruta, o bien al animarse por la tierra o la arena (otro de los motivos que nos hacen elegirlo).
Esto está dado por un esquema de suspensión ajustado del tipo McPherson con barra estabilizadora reforzada adelante e independiente de doble bandeja con barra estabilizadora atrás; quizás en un primer momento parezca algo dura, al agarrar algún pequeño lomo o imperfección pero al probarlo en todo tipo de suelo el resultado global es altamente positivo. Un párrafo aparte para los neumáticos originales que son de lo mejor del mercado: Yokohama Geolandar G95 japoneses en medida 225/55 R17.
En la arena alcanzó con bajarle unas libras de presión para sortear sin problemas el ingreso (y salida) a las playas del sur del Pinamar donde no había huella y la adherencia ponía en duda el éxito del plan.
Sin embargo, alcanzó con llevar el motor siempre “alegre” y corregir oportunamente con la dirección para percibir la respuesta del sistema AWD.
En piso un poco más firme resultó todo mucho más fácil y el disfrute estuvo garantizado. Vale mencionar que no es un vehículo con baja, por lo que no hay un modo que seleccionar sino que es automático, uno se entrega al New XV tratando siempre de no cometer errores, claro.
El confort de marcha es impecable, el funcionamiento del motor es imperceptible y en ruta su funcionamiento es óptimo con consumos más que aceptables para un 4×4, viajando en sexta velocidad: a 100 km/h transita a un régimen de 1.700 rpm y acusa 17,8 km/l; a 120 km/h lo hace a 2.100 rpm a razón de 11,3 km/l mientras que a 130 km/h gira a 2.300 rpm y nuestra medición nos dio 10,8 km/l.
Conclusión
En primer lugar es un producto que, como comentamos al comienzo, nos gusta debido al combo conformado por tamaño, seguridad, versatilidad propia de un crossover (con tracción integral) y la propuesta de la marca: diseño sobrio, buena calidad y cierta exclusividad (es la marca premium japonesa, pese a quien le pese).
Ahora bien, no es un auto para cualquiera: no todos disponen de u$s 50 mil (exactamente el doble que en EE.UU.) como para acceder a esta versión Limited (la versión menos equipada arranca en u$s 42.400) Y quizás, quienes tengan ese dinero prefieran invertirlo en otro tipo de vehículo, de mayor porte, más llamativo o lujoso.
Pero Subaru es de nicho y goza de una fama que hace que quien tiene uno no quiera bajarse de la marca. Como la señora que el día que retirábamos “nuestra” unidad nos felicitó desde el XV que compró hace dos años entregando en parte de pago su anterior Impreza: “Qué lindo auto te llevás, yo lo amo, amo a los Subaru”.
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