“Luego de convertir a la calabaza en carroza, a los ratones en caballos y a las lagartijas en lacayos, el hada madrina tocó a Cenicienta con su varita y al instante los harapos se transformaron en un vestido de oro y plata, recamado de piedras preciosas. Ataviada para la fiesta, y con los zapatos de cristales en sus pies, Cenicienta subió a la carroza ante la advertencia: ‘Por ningún motivo te quedes en el palacio después de las doce de la noche…’“
El escritor francés Charles Perrault publicó en el siglo XVII una recopilación de narraciones agrupadas bajo el título “Historias y relatos de antaño” entre las que estaba “La Cenicienta”, de la cual extrajimos el fragmento que abre esta nota. ¿Qué tiene que ver con este test? Ayuda a comprender la esencia del modelo que nos convoca y que hoy por hoy provoca que la gente gire para mirarlo por las calles y lo señale con su índice, asombrado por su diseño.
¿Alguien recuerda que esto mismo haya sucedido cuando se lanzó la Renault Duster? Difícilmente, pero vale remarcar que -en esta parte del mundo- ambos vehículos comparten la misma esencia. El Captur que se produce en Brasil tiene chasis, motor y caja de Duster. O, si se quiere, conserva lo mejor de un producto que se ganó fama de amplio y con muy buen confort de marcha. Y mejora aquella propuesta, con un “vestido” que le permite posicionarse por encima en una propuesta claramente superadora.
Un Perrault actual podría decir que una Duster que estaba triste por el bosque porque no la dejaban asistir a la velada de los SUV compactos, se topó con su hada madrina que con un golpe de varita la convirtió en Captur. Y el final de la historia aún está por escribirse.
Quien busca un SUV compacto sabe que Renault tiene ahora no uno sino dos exponentes que garantizan buena habitabilidad para todos los ocupantes sin resignar espacio para el equipaje. Gran parte de esto se debe a su distancia entre ejes de 2.673 mm que se combina con su largo total de 4.329 mm, cifras idénticas a las de Duster. Tanto en las plazas delanteras como en las traseras se viaja con mucha comodidad.
¿Son iguales por dentro ambos modelos? No, Captur ofrece mejoras en diseño como en lo concerniente al instrumental que mezcla un velocímetro sólo digital con medidores de aguja para cuenta-revoluciones y nivel de combustible, un volante más moderno, una plancha específica (que no es soft touch) y una consola multimedia dispuesta de una manera predominante.
El resto de los elementos, como los mandos de la climatización, el botón de arranque, las teclas de regulador de velocidad, de control crucero, el pomo de la palanca de cambios, etc. son comunes entre ambos modelos.
Observando esto y la calidad de algunos plásticos o ciertas terminaciones como la del espacio guarda-objetos sobre la plancha, el cierre de la guantera o las salidas de aire acondicionado (que no tienen movimiento vertical) la Captur nos dejó sabor a poco; claramente podría ser mucho con poco.
Esto mismo aplica al tapizado de los asientos los cuales -en esta versión- están revestidos en un símil cuero mejorable y que -a nuestro juicio- contrasta con su muy buen diseño.
A nivel equipamiento es completo, con una central multimedia MediaNAV con pantalla táctil de 7″ que ofrece cámara de retroceso, navegador satelital y le suma Eco-Scoring, un monitor del modo de conducción para optimizar el consumo de combustible; a esto le suma mandos al volante para el equipo de sonido y teléfono (no tiene Mirror Link para espejar las aplicaciones del celular), el ingreso sin llave (mediante la tarjeta) y el arranque por botón, cierre centralizado automático en velocidad, indicador de cambio de marcha, espejos eléctricos, climatizador automático, alza-cristales en las cuatro puertas, sensores crepuscular y de lluvia.
En el debe quedan detalles como que la columna de dirección no se regula en profundidad, la falta de porta-objetos, de salida de aire para las plazas traseras y de sensores de estacionamiento. Además, tratándose de una versión tope de gama, carece de techo solar eléctrico (aunque no todos los rivales tienen) y en su lugar la versión Intens cuenta con el techo pintado de otro color (en este caso negro).
Donde Captur saca ventaja es en el generoso espacio que ofrece su baúl, con un volumen de carga de 437 litros, ligeramente inferior al de Duster (que en su versión 4×2 es de 475 litros). Esto es posible por su boca, piso plano y porque el auxilio no está debajo del piso restándole profundidad.
Claro que esto implicar que éste se encuentre por fuera, debajo del piso donde está inaccesible y expuesto a la suciedad, además de que no es homgéneo (llanta de chapa y rodado 16″).
Y mencionando el baúl no podemos dejar de mencionar que las tapas internas, que se ubican en los costados, generan ruidos cuando se transita sobre empedrado o al tomar algún pozo.
Al volante
Debajo del capó se guarda el conocido motor naftero F4R de 2 litros que equipa a la Duster; al igual que en ese modelo, entrega una potencia máxima de 143 cv @ 5.750 rpm y un torque neto de 195 Nm disponible a las 4.000 rpm.
Asociado a una caja manual de seis marchas (la sexta es una sobremarcha), claramente Renault puso el foco en reducir el consumo de combustible; la respuesta con partida detenida es discreta, con relaciones largas. A su vez, la insonorización es correcta hasta las 2.500/2.700 rpm, momento en que comienza a percibirse cierta rumorosidad.
En lo referente al consumo, según nuestras mediciones a 130 km/h, y a un régimen de 3.200 rpm en modo ECO y sexta marcha, acusó 11,5 km/l; a 120 km/h lo hizo a 3.000 rpm con un registro de 13,6 km/l, mientras que a 100 km/h y a 2.500 rpm nos dio 14,7 km/l.
La respuesta de la dirección es muy firme con una asistencia correcta que transmite seguridad a alta velocidad y que se muestra dócil en maniobras urbanas. Y como en Duster, el confort de marcha es uno de los aspectos más destacables en este SUV; se nota que la puesta a punto de la suspensión está preparada para nuestros caminos para garantizar un tránsito muy agradable a pesar de cualquier imperfección, y sin rolidos exagerados a pesar de su altura.
Por otro lado, su despeje de 210 mm le permiten desenvolverse sin problemas tanto en ciudad como en off road, a pesar de que se trata de un vehículo de tracción simple. Las cubiertas, de uso mixto, son de lo mejor: Continental ContiCross Contact en medida 215/60 R17 montadas sobre atractivas llantas de aleación.
Otro aspecto donde la Captur podría mejorar es en el tema frenos: si bien la respuesta es muy buena, gracias a la acción del ABS y EBD, sólo dispone de disco en el eje delantero (el trasero es a tambor).
De todos modos puede afirmarse que la dotación de seguridad es muy completa debido a que ofrece, de serie, Control de estabilidad (ESP) no desconectable, Control de tracción (ASR), Asistente al Arranque en Pendientes (HSA), además de cuatro airbags, ganchos ISOFIX para sillas de niños y alarmas testigo de cinturones de seguridad no abrochados (luminosos en todos y sonoros en los de adelante). Es acá donde saca diferencia repecto de su “hermana” si se comparan las versiones de entrada de gama.
Conclusión
Chapeau para los ingenieros de Renault que consiguieron adaptar el diseño de la Captur europea (derivado del Clio IV) a la Duster, para ofrecerla en mercados como el nuestro. A lo largo de la semana que manejamos este vehículo gran cantidad de gente nos señaló por la calle o nos detuvo para hacernos alguna pregunta; como suele ocurrir en esta industria, los autos entran por los ojos y en este caso se consiguió.
Pero atención, esa primera buena impresión genera muchas expectativas y no son pocos los que sienten cierta decepción al comprobar que tiene el mismo motor o que hay muchos parecidos en el interior con Duster. Acá es donde a la Cenicienta se comienza a acercar a la medianoche.
Lo mejor pasa -ya lo hemos dicho y lo remarcamos- por su habitabilidad y confort de marcha, a lo que se agrega una estética que lo ubican a la vanguardia en un segmento ultra competitivo.
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EQUIPAMIENTO
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