El grupo PSA anunció este lunes la adquisición de las marcas Opel y Vauxhall que pertenecían a General Motors (GM) en una operación por 2.200 millones de euros. De esta forma, el conglomerado de origen galo -y con fuerte financiación china- se convertirá en el segundo grupo del sector automotor en Europa, si se cuentan los más de cinco millones de vehículos anuales que comercializan todas las marcas en conjunto, sólo por detrás del grupo Volkswagen.
Tras semanas de rumores, PSA decidió dar a conocer los detalles de esta adquisición en la que desembolsó 1.300 millones de euros por la alemana Opel y la británica Vauxhall, y 900 millones por la filial financiera de GM en Europa, según se detalló en un comunicado oficial.
“Es para mí un gran privilegio anunciar que el Grupo PSA y GM han llegado a un acuerdo”, tweeteó este lunes Carlos Tavares, presidente de la Junta Directiva del Grupo PSA. “Nos entusiasma darle la bienvenido a Opel y crear la segunda compañía automotriz más grande de Europa”, agregó el portugués, quien definió esta asociación como “el comienzo de una gran aventura”.
“Estamos orgullosos de unir fuerzas con Opel-Vauxhall y profundamente comprometidos con continuar desarrollando esta gran compañía y acelerar su cambio”, señaló Tavares. “Respetamos todo lo que la gente talentosa de Opel-Vauxhall ha logrado, así como las marcas y su fuerte herencia. Tenemos la intención de gestionar PSA y Opel-Vauxhall capitalizar sus respectivas identidades de marca. Ya habiendo creado juntos productos ganadores para el mercado europeo, sabemos que Opel-Vauxhall es el socio adecuado. Vemos esto como una extensión natural de nuestra relación y estamos ansiosos de llevarlo al siguiente nivel”, añadió.
En este sentido dijo que “estamos seguros de que el cambio de Opel-Vauxhall se acelerará significativamente con nuestro apoyo, respetando los compromisos contraídos por GM con los empleados de Opel-Vauxhall”.
Por su parte, Mary Barra, presidente y director ejecutivo de GM, declaró: “Estamos muy contentos de que juntos, GM, y nuestros estimados colegas de Opel-Vauxhall y PSA, hayan creado una nueva oportunidad para mejorar el rendimiento a largo plazo de nuestras respectivas compañías aprovechando el éxito de nuestra alianza anterior”.
“Para GM, esto representa otro paso importante en el trabajo en curso que está impulsando nuestro mejor desempeño y acelerando nuestro impulso. Estamos remodelando nuestra empresa y ofreciendo resultados consistentes y récord para nuestros propietarios a través de la asignación disciplinada de capital a nuestras inversiones de alto rendimiento en nuestro negocio automotriz principal y en nuevas tecnologías que nos permiten liderar el futuro de la movilidad personal”.
“Creemos -enfatizó Barra- que este nuevo capítulo pone a Opel y Vauxhall en una posición aún más fuerte a largo plazo y esperamos nuestra participación en el futuro éxito y fuerte potencial de creación de valor de PSA a través de nuestro interés económico y la colaboración continua en actuales y emocionantes nuevos proyectos”.
Cifras
PSA anunció recientemente que en 2016 obtuvo un beneficio de 2.150 millones de euros, un 79% más que en 2015. Esto se debió al proceso de reorganización a nivel global que incluyó la adqusición de un 14% de las acciones (a cambio de 750 millones de euros) por parte de la china Dongfeng, y otro tanto por parte del estado francés, mientras que la familia Peugeot redujo su participación mayoritaria al 15%.
En contrapartida, Opel perdió el año pasado 243 millones de euros, aunque implica una mejora sustancial respecto de los 759,8 millones de euros de pérdidas de 2015.
Tavares, arquitecto de la recuperación del grupo PSA, había puesto el ojo en las marcas europeas de GM y declaró días atrás: “Una compañía (por Opel) que pierde 1.000 millones de liquidez cada año en los últimos 10 años es un gran problema. Por eso, tanto Francia, como Alemania como Inglaterra están de acuerdo en que hay que encontrar una solución”.
¿Cuál es el impacto en Argentina?
Afirmar que este nuevo acuerdo podría significar el retorno de Opel al mercado argentino es totalmente inadecuado. GM dudó durante años en sumar una marca más a su oferta en Sudamérica y salvo Chile, que tiene un mercado abierto con libre comercio, jamás Argentina y Brasil estuvieron cerca de recuperar a la firma alemana.
El acuerdo PSA-GM tiene su razón de ser en Europa donde los nuevos dueños buscarán sacar provecho de dos marcas ya instaladas, y optimizar sus operaciones con la finalidad de afianzarse en la comercialización de vehículos livianos.
Para los argentinos nostálgicos seguirá quedando en el recuerdo la presencia de Opel a través de modelos como el K180 en los años setenta. Y más acá en el tiempo, una listado de productos desarrollados por la firma alemana pero que en estas latitudes llevaron el moño dorado en el frente.
Corsa, Astra, Vectra, Meriva y Zafira son algunos de esos modelos que se ganaron la consideración del público local a fuerza de buenos diseños y mecánicas nobles, y que muchos aún extrañan.