Toyota Argentina le comunicó este lunes al gobierno nacional el aumento de producción de su Planta de Motores, como resultado de la última ampliación de su predio industrial de Zárate que requirió de una inversión de unos u$s 10 millones y creará 120 puestos de trabajo. El anuncio fue realizado por el presidente de Toyota Argentina, Daniel Herrero, al ministro de Producción, Francisco Cabrera.
La automotriz japonesa realizó una renovación tecnológica para el desarrollo de la nueva serie de motores GD (Global Diesel) con tecnología Euro V que equipan a los modelos Hilux y SW4 de la actual generación. La renovación de la planta de motores le permitirá aumentar el volumen de unidades en un 155%, desde una capacidad de 30 mil motores por año en 2017 hasta una capacidad de 77 mil motores anuales en 2018.
“Es otra gran noticia en el sector automotor, uno de los motores de crecimiento de nuestra industria y generador de trabajos formales de calidad, como estos 120 nuevos empleos. La planta de Toyota en Zárate no tiene nada que envidiarle a las de Japón y otras partes del mundo en términos de competitividad y productividad; eso demuestra que los argentinos sabemos producir con calidad y competir en el mundo”, señaló el ministro Cabrera.
Los motores turbo diesel intercooler, que equipan a las actuales generaciones de Hilux y SW4, conllevan una mejora en el consumo de combustible, lo más destacado en ambos motores es el incremento de torque que se ve reflejado en la excepcional mejora en la aceleración en bajas y medias velocidades.
En ambos impulsores la performance se logró mejorando la eficiencia de los sistemas de inyección y de admisión. A su vez, se trabajó para mejorar los niveles de consumo de combustible reduciendo el peso del motor, mejorando la eficiencia de la combustión y reduciendo la fricción de piezas mecánicas.
Por un lado está el motor 1GD de cuatro cilindros de 2.8 litros, 16v, DOHC con cadena de distribución, con Turbo de geometría variable (TGV), intercooler e inyección directa electrónica common-rail. Aún con 200cc menos que el motor 1KD de generación anterior, esta evolución no sólo mejoró el nivel de consumo de combustible en el orden del 10%, sino que además mejora la performance, contando con 6 cv más (177 cv @ 3.400 rpm), 22% más torque en transmisiones manuales (420 Nm entre 1.400 y 2.600 rpm) y 31% más en transmisiones automáticas (450 Nm entre 1.600 y 2.400 rpm).
Y por el otro está el impulsor 2GD de cuatro cilindros, de 2.4 litros, 16v, DOHC también con cadena y TGV, y mantiene con respecto a la generación anterior, intercooler e inyección directa electrónica common-rail. En este caso, con 100cc menos que el motor 2KD de generación anterior, mejoró el consumo de combustible aproximadamente en un 10%, como así también su desempeño, ofreciendo un 25% más de potencia (150 cv @ 3.400 rpm) y un 23% más de torque (400 Nm entre 1.600 y 2.000 rpm).
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