Un viejo refrán reza: “El rey ha muerto, ¡viva el rey!”, y hace referencia a la sucesión del trono por parte de un nuevo monarca. Algo así podría aplicarse al mundo de los autos y en particular a Chevrolet por estas latitudes. La salida de producción el modelo Classic (ver acá), un auténtico best seller durante años, trajo aparejado el reemplazo por parte de los modelos Onix y Prisma.
A juzgar por las cifras de patentamientos tanto en Brasil como en la Argentina, la apuesta de la marca del moño fue más que acertada, aún ante rivales con más historia y en un segmento ultra competitivo. En el país vecino, el Onix fue el auto más vendido en 2015 y 2016, y también lo será en 2017, mientras que en nuestro país es el tercer modelo más vendido con un crecimiento interanual en el acumulado de casi el 100% (se computan juntas las unidades Onix y Onix Joy).
Una de las variantes más atractivas del Onix es la denominada Activ (sin e final) y es la que probamos en esta ocasión para conocer qué tiene para ofrecer.
A bordo
Claramente estamos ante una propuesta de diseño que apunta al público joven y con espíritu “aventurero”, aunque a decir verdad se trata del mismo producto “de calle”, sin ninguna prestación off road. Lo que diferencia al Activ son sus detalles estéticos que lo hacen ver como un pequeño SUV: las barras en el techo, los estribos laterales, los pasarruedas y zócalos en plástico negro, y las llantas de aleación de 15″. Todos elementos que suman y le sientan bien.
Sistema OnStar “de fábrica” y detalles Activ.
Pero lo mejor de la propuesta -a nuestro juicio- son los detalles del interior que resaltan dentro del segmento: butacas bi-tono en tela y cuero con el nombre del modelo bordado y una plancha haciendo juego, además de un volante forrado en cuero.
La calidad de tapizados, interiores de puerta y plancha está más que correcta, aunque algunas terminaciones y plásticos podrían mejorarse. De todos modos volvemos a resaltar lo osado de la propuesta de color en el interior, algo que no es usual y que podría haber tenido un resultado polémico.
El resultado fue acertado para una apuesta osada.
El instrumental es el mismo desde su lanzamiento, una combinación de cuenta-vueltas analógico con un velocímetro digital, un diseño “de moto” heredado del Spark. No es de lo más logrado (preferimos aguja) pero al menos es completo y de clara lectura, aunque carece de medidor de temperatura de agua.
Contrasta con la pantalla multimedia táctil de 7″ dotada del sistema de conectividad MyLink de nueva generación que permite espejar el teléfono celular mediante Android Auto o Apple Car Play, y usar así todas las aplicaciones que tengamos instaladas (como Spotify, Google Maps o Waze); además, convierte y reproduce en audio los mensajes de texto de WhatsApp (ideal para no distraerse aunque exige nuestra operación).
Conectividad asegurada para nuestro Motorola G5 a través del MyLink.
La pantalla también actúa como monitor de la cámara de retroceso en las maniobras de estacionamiento, en conjunto con los sensores traseros.
A favor y en contra: por el lado de lo positivo cuenta con control de velocidad crucero, porta-anteojos, espejos eléctricos y alza-cristales eléctricos con one touch en todas las ventanillas, y regulación en altura de los cinturones de seguridad.
Mientras que en el debe marcamos la ausencia de regulación en profundidad de la columna de dirección, la necesidad de espacios porta-objetos (no hay donde poner llaves, billetera y celular) y lo elevada de la posición de la butaca del acompañante.
Un aspecto que distingue al Onix Activ Model Year 2018 es la incorporación de la tecnología OnStar, un sistema de asistencia y conserjería exclusivo de Chevrolet que se ofrece sin cargo por el plazo de un año. Viene instalado de fábrica (no se puede agregar como accesorio) y además de tener un intercomunicador en el espejo retrovisor que conecta (mediante una línea telefónica propia del auto) al conductor con una operadora las 24 hs y los 365 días, incluye diferentes sensores que monitorean el vehículo.
De esta forma, por ejemplo en caso de accidente con apertura de airbags, OnStar se conecta directamente, intenta el diálogo con el conductor y dispara una alerta dando la localización exacta del vehículo y llamando a la asistencia médica para una pronta atención.
También se puede utilizar el servicio para realizar todo tipo de consultas (una dirección, el estado del tiempo, un resultado deportivo, etc.), para hacer reservas en hoteles o restaurantes, para que realice un seguimiento del viaje (puede monitorear el trayecto y llamar cada cierto espacio de tiempo) o incluso para que envíe la ruta de un recorrido al navegador del vehículo (usando nuestro celular com GPS).
Lo hemos probado y la respuesta es instantánea: un operador atiende nuestra consulta con amabilidad, la comunicación se escucha en todo momento a buen volumen, no se precisa elevar el tono de voz, y lo más importante: no implica operaciones que obliguen a quitar la atención del volante.
A pesar de tener más de 20 años en EE.UU., OnStar es toda una novedad en nuestro mercado y de momento sólo está disponible en algunos de los modelos y versiones de la familia Chevrolet (empezó con el Nuevo Cruze y se fue extendiendo a otros como S10, Trailblazer y Tracker).
En contrapartida con esta tecnología, el equipamiento de seguridad del Onix es limitado y está dado por frenos de disco delanteros (traseros a tambor) con ABS y EBD, doble airbag frontal y faros anti-niebla delanteros. No ofrece Control de Estabilidad (ESP) ni como opcional, y no cuenta con cinco apoya-cabezas ni cinturones de seguridad de tres puntos (el central trasero es abdominal), como tampoco ganchos ISOFIX.
Es un vehículo ideal para cuatro personas, con una altura interior que garantiza que los adultos viajen cómodamente con sus piernas correctamente estiradas y buena distancia de la cabeza al techo. La plaza central trasera es muy ajustada y a pesar de que tiene apoya-cabezas, ya mencionamos que carece de un cinturón inercial.
Capacidad de carga adecuada de acuerdo al segmento B con interiores en calidad aceptable.
La capacidad de carga es correcta para el tamaño y el segmento producto de sus 280 litros; por caso en el Volkswagen Gol es de 285 litros mientras que el Toyota Etios hatch alcanza los 270 litros.
Pero lo peor del caso es que debajo del piso no hay un neumático de auxilio homogéneo sino uno de uso temporal.
Al volante
La posición de manejo es agradable con una butaca que se regula en altura y que ofrece una correcta sujeción lateral. La visibilidad es correcta hacia todos lados y los controles están dispuestos de manera tal de poder acceder sin problemas.
El volante es el mismo del resto de los modelos Chevrolet, completo y de buen grip, que incluye control de velocidad crucero, limitador de velocidad y mandos del equipo de sonido.
El motor del Onix es el conocido cuatro cilindros naftero de 8v y 1.4 litros que entrega una potencia máxima de 98 cv @ 5.800 rpm, asociado a una caja manual de quinta (no hay opción automática para esta versión). Es un impulsor tan noble como antiguo, con distribución por correa, lo que eleva sus costos de mantenimiento en un segmento donde hay rivales con distribución a cadena.
Motor confiable pero antiguo. Este auto con un motor de nueva generación (de tres cilindros o a cadena) sería una excelente opción.
Su configuración de suspensión y su despeje del suelo fueron ajustados para las no siempre cuidadas calles de estas latitudes, por lo que no se perciben golpes, ruidos ni recorridos excesivamente largos. En ruta la tenida es buena, aunque se lo nota “alto” en la respuesta a alta velocidad ante maniobras bruscas de esquive; de todos modos el confort de marcha es bueno y en parte se debe también a los neumáticos Michelin Primacy 3.
Los neumáticos de 15″ Michelin (no son de uso mixto), un punto a favor en esta versión.
En lo referente al consumo a 100 km/h el régimen del motor fue de 3.000 rpm con un rendimiento de 12 km/l, mientras que a 120 km/h demostró girar a 3.500 rpm con una marca de 11,1 km/l; mientras que a 130 km/h lo hizo en el orden de las 3.800 rpm y con un promedio de 10,5 km/l.
Tanto en régimen de revoluciones como en el sonido del motor (que comienza a percibirse por encima de las 3.000 rpm) queda más que claro que una caja de seis marchas redundaría en un andar más sereno y silencioso.
Las relaciones son algo largas, enfocadas en el bajo consumo, y para moverse con cierta agilidad en el tránsito se lo debe llevar “alegre” en vueltas debido en parte a que el torque máximo de 126 Nm está recién a partir de las 2.800 rpm.
Conclusión
El Onix, en todas sus versiones pero en particular en la Activ, aparece en el imaginario de la gente como un vehículo más grande e importante de lo que es. Chevrolet entendió esta tendencia del mercado (que desembocará en unos pocos años en un lanzamiento masivo de SUV de todos los tamaños) y está haciendo del sucesor del Classic un éxito de ventas.
Desde el diseño está bien logrado, nos gustaría más equipamiento de seguridad para que decidir su compra sea algo natural y 100% racional en un vehículo que al momento de la publicación de este contacto tenía un precio de lista de $326.400.
Dato: el Onix LTZ MT tiene el mismo equipamiento sin el “look off road” y su precio es de $309.400, mientras que la versión LTX AT con caja automática secuencial de sexta cotiza a $326.400.
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DISEÑO
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MECÁNICA
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SEGURIDAD
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EQUIPAMIENTO
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COMODIDAD
