Se suele decir que las compras de autos se dividen entre racionales y emocionales. Entre las que tienen una finalidad específica y aquellas que apuntan a satisfacer un deseo. Siempre hablamos de una “solución de movilidad” pero está claro no es lo mismo elegir un vehículo cuando se “agrandó” la familia que hacerlo cuando se es soltero.
En este caso estamos ante una compra racional, un modelo que Toyota decidió incorporar a su lineup para cubrir la demanda insatisfecha de quienes buscan un vehículo para hasta ocho pasajeros. Veamos qué tiene para ofrecer la Innova, el vehículo familiar que llega importado desde Indonesia, el cual probamos en su versión más equipada, la SRV.
Por fuera
Linda (lo que se dice linda) no es. Por más que siempre lo estético sea subjetivo, podemos coincidir en que estamos ante un vehículo algo polémico en cuanto a su propuesta, con proporciones y líneas que podrían ser revisadas y dar con un producto final mucho más atractivo.
Al recorrer su lateral lo que llama la atención es su elevada línea de cintura y el aparente tamaño reducido de sus pasarruedas ante llantas y cubiertas rodado 16″; es un vehículo alto con mucha superficie de chapa que genera cierto desfasaje visual.
Son dos volúmenes bien marcados: una trompa generosa donde se aloja el motor al que le sigue un parabrisas muy lanzado; la superficie vidriada es importante, pero no para el porte del auto, y termina con un cristal cortado de forma ascendente que genera un remate algo extraño al que hay que acostumbrarse porque la vista va directo en su búsqueda.
Si vemos el frente de esta ¿van? como el de un animal podríamos decir que se asemeja a un “hocico”, con faros rasgados de gran tamaño unidos por una parrilla de barras cromadas y por debajo con una generosa entrada de aire, escoltada por los faros anti-nieblas (también muy grandes).
La parte posterior es muy nipona, simple y con abundancia de líneas rectas, donde el para-golpes parece disociado del portón.
Sus medidas son: 4.735 mm de largo; 1.830 mm de ancho; 1.795 mm de alto y sobresale su distancia entre ejes de 2.750 mm. Para tener de referencia: es grande, sí, pero un Corolla mide casi lo mismo, 4.620 mm.
Por dentro
Al ingresar al habitáculo la percepción es completamente otra y queda claro que se pensó de adentro hacia afuera. Todo es funcional, ergonómico, con buenas terminaciones, una calidad de materiales de lo mejor del segmento y detalles elegantes como los símil madera.
No hay cuero (algo que siempre es bienvenido en modelos familiares por lo de la suciedad) pero los tapizados están revestidos en una tela que parece ser resistente.
La gran habitabilidad es lo primero que se percibe, con butacas delanteras que aseguran una muy cómoda y elevada posición de manejo, con excelente visibilidad; claro que hay que tener en cuenta que el uso de los espejos resulta vital en un vehículo de tres plazas ya que observar por la luneta es casi imposible.
La segunda fila de asientos cuenta con gran espacio para tres ocupantes adultos, con buena distancia respecto al techo y detalles de confort como las salidas de aire independientes en el techo con regulador, luces de ambiente LED y mesitas plegables tipo avión.
El acceso a la tercera fila es simple y se logra abatiendo el respaldo de alguno de los asientos de las plazas exteriores de la segunda fila y luego replegándolo para generar el espacio; algún adulto joven puede hacer uso de estas dos plazas pero está más que claro que el espacio está destinado a ocupantes menores de edad.
Si bien los tres asientos de la tercera fila no se esconden en el piso, es interesante la manera en la que Toyota pensó para aumentar la capacidad de carga: en una maniobra simple los cojines pueden ser plegados hacia los costados y se pueden colgar mediante unas tiras; de esta forma la capacidad para llevar valijas aumenta (que es de 264 litros con las tres filas erguidas).
El equipamiento incluye pantalla multimedia táctil de 7″ con DVD, mp3 y conectividad Bluetooth + seis parlantes; cámara de retroceso; volante multi-función; control de velocidad crucero; cierre centralizado con mando a distancia y alza-cristales eléctricos.
Y esta versión SRV se diferencia porque agrega climatizador automático; display de información múltiple con pantalla a color de 4,2″ en el centro de los relojes; sensores de estacionamiento traseros; one touch para el conductor; luces de lectura traseras y regulación automática de faros.
Al volante
Estamos al mando casi de un mini-bus y no hay exageración. ¿Dónde nos damos cuenta? No sólo en las dimensiones sino en el comportamiento dinámico; el Innova está desarrollado sobre chasis, por eso su altura y su esquema de suspensión que hace que al acelerar y frenar tenga reacciones muy diferentes a las de un auto o incluso un SUV.
La dirección cuenta con asistencia hidráulica que hace que casi cualquier maniobra sea simple pero -insistimos- a lo que lleva un tiempo acostumbrarse es a los pedales para evitar el “cabeceo”.
Es un vehículo que descargado pesa 2.390 kilos y que tiene un motor con un muy buen torque: 245 Nm. Esto hace que tenga una buena respuesta y los recorridos de la suspensión son largos (pensados en que puede llevar hasta ocho personas) dados por un esquema delantero independiente de doble brazo y trasero de eje rígido de cuatro brazos (más resortes y amortiguadores en ambos casos).
Muchos creen que la Innova que llega al país es diesel pero no, el motor es un cuatro cilindros naftero de 2.7 litros, 16v con sistema de distribución variable y cadena (no correa). Alcanza una potencia máxima de 166 cv y está asociado a una caja automática de seis velocidades del tipo tradicional (convertidor de par).
Otro punto a tener en consideración es que, al igual que una pick-up, tiene tracción en el eje trasero lo cual también contribuye a su comportamiento particular.
Una vez que nos habituamos, es un placer subirse y sentirse el rey del camino. Mucho más cuando le sumamos peso (lo cual la hace más equilibrada) y encaramos una ruta o autopista a alta velocidad: la Innova fue hecha para cargarla y viajar.
Tiene dos modos: Eco y Power. De esa forma se puede elegir el tipo de conducción y de reacción del motor y el pasaje de marchas de la caja, mejorando la respuesta pero con incidencia en el consumo.
En Modo Eco el motor nos mostró que a 130 km/h gira a 2.400 rpm y acusa un consumo de 10,6 km/l; a 120 km/h lo hace a 2.100 rpm y rinde 12,3 km/l, y a 100 km/h gira a unas 1.800 rpm con un rendimiento de 16 km/l. Dato: el tanque de combustible carga 65 litros.
Las asistencias electrónicas presentes son vitales en cualquier vehículo y mucho más en uno familiar de este porte y altura; cuenta con Control de Estabilidad y Tracción, así como con Asistencia al Arranque en Pendientes.
Claramente ante vientos laterales tiende a desestabilizarse y salirse de su trayectoria pero sorprende su buena tenida al hacer maniobras de esquive bruscas pese a su altura y despeje (200 mm).
La dotación de seguridad se completa con frenos de disco (delanteros) con ABS y EBD, Asistente de Frenado de Urgencia y Luces de Frenado de Emergencia, así como siete airbags, ganchos ISOFIX para sillas de niños, cinturones de tres puntos y apoya-cabezas para todos y faros anti-niebla delanteros y traseros.
Conclusión
Al igual que sucede con el Etios, el Innova es una compra racional; a nuestro juicio es un producto que no entra por los ojos sino por su funcionalidad. Es versátil y cumple sobradamente con las expectativas de quienes tienen una familia numerosa o precisan hacer transporte ejecutivo, a lo que hay que sumarle la buena imagen de marca y de la posventa.
Sería ideal una variante diesel (algo que le daría una mayor autonomía), que seguramente llegará cuando se decida producir este modelo en la Argentina, aunque para eso falta.
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DISEÑO
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MECÁNICA
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SEGURIDAD
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EQUIPAMIENTO
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COMODIDAD
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