“Plan por el automóvil: ecológico, competitivo y francés”. Bajo ese nombre, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció este martes un plan de rescate de la industria automotriz de ese país, un sector que emplea a unas 400 mil personas y que ha sigo muy golpeado por la pandemia de COVID-19.
“El Estado proporcionará más de 8 mil millones de euros en ayuda al sector. A cambio, los fabricantes de automóviles se han comprometido a reubicar la producción de valor agregado en Francia y a consolidar y mantener toda la producción industrial en nuestros sitios”, señaló el mandatario galo en su cuenta de Twitter.
La asistencia propone una transición hacia vehículos más limpios y proteger la competitividad del sector, e incluye un aumento de las ayudas a la compra de vehículos eléctricos e híbridos recargables en la red.
“Se trata de un plan de defensa de nuestro empleo industrial, que se enfrentará a una de las crisis más graves de su historia”, declaró Macron. “Es algo sin precedentes fuera de tiempos de guerra”, añadió.
A causa de la pandemia que azota al mundo entero, se paralizó la producción automotriz y particularmente en Francia generó una disminución en las ventas de autos de un 88,8% durante abril en relación con el mismo mes de 2019.
Bonos “verdes”
Con el fin de consolidar la venta y fabricación de vehículos eléctricos, Francia entregará bonos para los interesados en comprar vehículos con estas tecnologías que serán de 7.000 euros (antes eran de 6.000) en el caso de clientes particulares y de 5.000 euros (eran de 3.000) en el caso de las empresas. Además, se agrega un bono de 2.000 euros para adquirir vehículos eléctricos enchufables con rango de autonomía de más de 50 km en modo 100% eléctrico y cuyo precio no supere los 50 mil euros; esto favorecería a modelos de PSA (Citroën C5 Aircross y Peugeot 3008 y 508) y de Renault (Captur y Mégane).
A esto se le suma un incentivo para aumentar la cantidad de estaciones de recarga que pasarán de 35 mil a 40 mil antes de fin de año, con el objetivo de llegar a 100 mil en 2021.
Por otro lado se promueve el recambio de vehículos viejos por nuevos y más eficientes en términos de consumo y emisiones, una suerte de “plan canje”: se recibe un bono de 3.000 euros en caso de comprar un auto con motor a combustión y 5.000 en el caso de que sea eléctrico; en ese mismo sentido se amplió la base de quienes pueden acceder a este beneficio y por ingresos estarían en condiciones de recibir el incentivo el 75% de los hogares franceses.
“Se trata de un plan de defensa de nuestro empleo industrial, que se enfrentará a una de las crisis más graves de su historia”, declaró Macron. “Es algo sin precedentes fuera de tiempos de guerra”, añadió.
Renault se achica
Como accionista en PSA y en Renault, el Estado francés accedió a entregar este préstamo a cambio de garantizarse que la producción de vehículos eléctricos se dará en su territorio. Se estima que un millón de autos eléctricos, híbridos o híbridos enchufables deberían fabricarse en Francia en 2025.
Se supone que Renault fabricará en su planta de Normandía el motor eléctrico que usará la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi en lugar de producirlo en China, como se especulaba, y cuadruplicar el montaje en suelo galo de vehículos a batería en 2024.
A pesar de esto, ya trascendió que la automotriz del Rombo planea cerrar tres plantas en Francia (Lorient, Dieppé y Choisy-le-Roi) y reestructurar la de Flins con el fin de ahorrar 2 mil millones de euros. Esto supone la pérdida de unos 5 mil puestos de trabajo desde ahora hasta 2024; habrá un plan de retiros voluntarios y no se reemplazarán aquellos que se jubilen.