La Unión Europea anunció este jueves que decidió multar a las cinco grandes automotrices alemanas por 1.000 millones de dólares porque “conspiraron para limitar el desarrollo y aplicación de sistemas de control de emisiones contaminantes en autos”.
“Los cinco fabricantes de autos Daimler, BMW, Volkswagen, Audi y Porsche tenían la tecnología para reducir las emisiones perjudiciales más allá de lo que requieren legalmente los estándares de emisiones de la Unión Europea. Pero evitaron competir en el uso de todo el potencial de esta tecnología para limpiar mejor de lo que exige la ley”, dijo en un comunicado la vicepresidenta comunitaria y responsable de Competencia, Margrethe Vestager.
El grupo Volkswagen tendrá que pagar 502,362 millones de euros y BMW 372,827 millones, mientras que Daimler no fue multada luego de que fue quien reveló la existencia de este cartel a la Comisión Europea; de esta forma se libró de pagar una multa que hubiera ascendido a 727 millones.
Vestager señaló que la decisión tomada hoy es un ejemplo de cómo la “legítima cooperación técnica” entre empresas “funcionó mal” y destacó que Bruselas “no dudará en actuar frente a todas las formas de cártel que pongan en peligro” los objetivos climáticos de la UE.
El caso no está relacionado directamente con el escándalo denominado como “Dieselgate” de la década pasada, cuando Volkswagen admitió que unos 11 millones de vehículos con motor diesel en todo el mundo estaban equipados con un software que reducía las emisiones de óxido de nitrógeno cuando los autos pasaban controles de gases contaminantes, pero permitían emisiones más altas y mejoraban el rendimiento del motor durante la conducción normal.
Aquél escándalo le costó a la compañía de Wolfsburgo 30.000 millones de euros en multas, así como demandas civiles y la llamada a talleres de millones de vehículos.
Era la primera vez que la Comisión Europea imponía multas de colusión por retrasar el empleo de avances técnicos, en lugar de por la práctica más tradicional de manipulación de precios.