Muchas veces, la mayoría, los empleados son los que marcan la diferencia en las compañías, poniéndose la camiseta de manera genuina. Y esta historia es una de esas, con la diferencia de que quien la cuenta es otro empleado con la camiseta puesta, pero sentado en el sillón de presidencia.
Se trata de la historia del último Renault Fluence GT, uno que estaba camino a ser destruido y que este empleado fiel decidió salvar. ¿Su nombre? Federico Galmarini, trabaja en la Fábrica Santa Isabel y conocedor de que al presidente de Renault Argentina, Pablo Sibilla, le gusta conservar el patrimonio del Rombo, lo puso en alerta de lo que pasaba.
Había un ejemplar del Fluence GT que tenía los días contados porque no estaba en buenas condiciones y había sido parte del proceso de desarrollo, por lo tanto era un pieza que no tiene VIN, que técnicamente no existe como auto, aunque cuente con todas o gran parte de sus partes.
El propio Sibilla decidió contarlo este viernes en sus redes de la siguiente manera:
Muchos no saben pero, en todas las automotrices del mundo, los primeros autos de proyecto (los que se fabrican hasta dar el GO oficial) no se pueden vender. Estos autos terminan su vida siendo usados en eventos y, eventualmente, desmantelados. Pero en Renault somos re fanáticos de los autos, y el Fluence, más el GT, era un auto que nos llenaba de orgullo en Santa Isabel, y resulta que no teníamos ninguna unidad histórica.
Ahí entra Federico Galmarini, colaborador en Santa Isabel. Un día me escribe al IG y me cuenta que había un Fluence GT de proyecto en la fábrica, pero que no estaba en óptimas condiciones. El creía que este auto representaba mucho para la historia de Santa Isabel y que sería una pena desmantelarlo. Que tal si lo restaurábamos y lo guardábamos junto con los autos históricos de Santa Isabel.
El desafío era grande. El auto no estaba impecable. Pero Fede hizo una propuesta difícil de rechazar: “si la empresa pone los materiales, yo pongo mi pasión, mi tiempo y mi energía y lo dejo como nuevo”. Y nos pusimos manos a la obra.
Contagió a otros compañeros, contagió a los gerentes, al director de planta y el resultado está a la vista. Un Fluence GT, del color menos visto, flamante como un 0KM!. Listo para entrar al hall de la fama de los autos históricos de Santa Isabel.
Gracias Federico Galmarini por tu iniciativa y pasión (contagiosa), y por devolvernos, junto con tantos otros colegas, una parte de nuestra historia. #somosrenault #historia #fluencegt
Vale recordar que varios de los modelos que salieron de Santa Isabel aún se conservan en sus instalaciones como el caso del último Renault 12 y el primer Jeep IKA. Otros ejemplares emblemáticos que salieron de la fábrica cordobesa están en el Museo de la Industria como es el caso de la Trafic papamóvil que usó Juan Pablo II en 1987, el prototipo del sucesor del Torino, una Renault Scénic y un Renault 11, entre otros.