El mundo del automóvil despide a uno de esos que con sólo nombrar su apellido se dice todo: Elio Zagato falleció en Italia a los 88 años. Hijo de Ugo Zagato, fue uno de los carroceros más importantes de la historia automotriz y continuador de una dinastía comparable con la de Bertone o los Pininfarina aunque más exclusiva y limitada en cuanto a producción. De hecho muchos diseños originales de Farina fueron tomados por Zagato para ser reversionados y experimentar.
A lo largo de su historia, este carrocero de Milán trabajó para marcas como Abarth, Cadillac, Ferrari, Jaguar, Alfa Romeo, Aston Martin, Lancia, Bugatti, Fiat, Maserati, Lamborghini, Rover, Porsche, OSCA, Toyota y Volvo, entre otras.
Además, como piloto aficionado, Elio participó en 150 carreras y ganó en 82 ocasiones, incluida la Targa Florio.
Lo amás o lo odiás
Los diseños de Zagato son bien osados, de esos que uno ama u odia, sin punto intermedio y una muestra reciente de ello (y que podemos ver en las calles argentinas) es el Alfa Romeo SZ (Sprint Zagato), denominado “Il Mostro”, a mi gusto uno de los autos más feos que existen. Claro que también tuvo indiscutidas creaciones como el Alfa Romeo Giulietta SZ o el Fiat 8V Zagato.
La Maserati Biturbo Spyder de 1994 o el Aston Martin Zagato Roadster de 2004 son dos claros ejemplos de su intervención, ya que fueron creaciones de un convertible en base a un sedán diseñado por un ex diseñador de De Tomaso.
También salieron de los tableros Zagato ediciones limitadas como el Aston Martin DB7 Zagato o el Spada Codatronca, uno de los últimos concept cars que este carrocero presentó y que luego pasó a producción.
Como suele suceder, sus hijos Andrea y Marella Zagato continuarán con la tradición de esta empresa histórica familiar.
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