Atrás quedaba Villa Pehuenia y por delante venía otro desafío de ripio: llegar a San Martín de los Andes. Con la exitosa experiencia del debut, encaré la ruta provincial 23 donde me encontré con un suelo diferente. El ripio estaba más suelto y la falta de lluvia más el viento complicaba la visibilidad por el polvo que se levantaba. Armado de paciencia, esta vez sin poder superar los 60 km/h, puse el aire acondicionado en la más baja temperatura, en la segunda velocidad y enchufé un pen drive cargado con mp3 de jazz. El sol pegaba fuerte y las piedras cada tanto hacían lo mismo, pero por suerte la tropa tenía buen humor porque estaba con la panza llena.
El cálculo de combustible para esta etapa indicaba que casi no necesitaba cargar, ya que mostraba unos 245 km. de autonomía y el tramo era de 208 km. a pesar de que el cálculo de tiempo estimado del trayecto señalaba 5 eternas horas.
De todos modos, al llegar a Aluminé me detuve con la intención de abastecerme pero la cola de autos me hizo cambiar de opinión; odio hacer cola para cualquier cosa y mucho menos al rayo del sol, así que confié en mi cálculo y partí.
Sin embargo, pasó algo que no estaba en los planes. Al llegar a Rahué, en el km. 147 del trayecto, desatendí a Mariela, la voz argentina del TomTom que me acompañó en el viaje. No fue casual sino adrede, porque el camino me invitaba a seguir y no a girar a la izquierda como ella me dijo y tomar un camino angosto que desembocaba en un puente de una sola mano que tenía pinta de ir para cualquier lado menos para donde iba yo.
La falta de señalización me hizo seguir mi lógica y así recorrí unos 10 km. en los que empecé a intuir que me había equivocado. Fue ahí donde mi mujer me instó a frenar y decidió preguntarle a un grupo de pescadores, quienes confirmaron que debía volver sobre mis huellas. En eso se fueron unos 20 kms. y el combustible correspondiente, claro. Pero a esta historia le faltaba aún lo peor: ripio en subida, cornisa, ripio en bajada, polvo y la imposibilidad de superar a una camioneta utilitaria durante media hora.
Viajar en la nube de tierra del otro es tremendo, por lo varias veces que decidí dejarla escapar pero minutos después volvía a repetirse la situación y yo temía que una piedra me rompiera el parabrisas. Finalmente pude superarla y luego de subir y subir, comencé a divisar el camino de descenso que me llevaría a Junín de los Andes. Mi vista por ese entonces iba y venía de la ruta hacia los instrumentos, viendo cómo el consumo se había elevado a 9 litros cada 100 km. (por andar en segunda y tercera marcha casi todo el tramo) y mi autonomía caía irremediablemente. Todo indicaba que llegaría con lo justo como para cargar en Junín pero digamos que fue demasiado justo: el Agile se quedó sin nafta a 800 metros de la Petrobras, hacia donde tuve que caminar con bidón en mano y el orgullo en el bolsillo. Minutos después, con tanque lleno, partí hacia nuestro destino final por la ruta nacional 234 que a pesar de ser de un asfalto común y corriente yo lo sentí como alfombrado.
Moraleja: no confiarse y llevar combustible de más por cualquier imponderable y hacerle caso a nuestra guía aunque el camino diga lo contrario (o no diga nada, como en este caso).
Finalmente llegamos a San Martín cuando el sol cayó y nos dirigimos a nuestra morada, la cual no quedaba en el centro sino (como les conté en el post dedicado a la seguridad) en el medio del bosque del cerro Chapelco, lo que implicaba pasar 18 km. la ciudad y subir un camino de cornisa (y ripio, claro) otros 8 km. de noche.
Esa noche soñé con el traqueteo del auto, con el bidón, con el utilitario blanco y con los caminos de cornisa. A la mañana, cuando pude ver el volcán Lanín desde la ventana, mi humor cambió rotundamente.
9 comentarios
Muy buena travesia y descripción de la misma, armonizando detalles del auto con el hermoso camino que estas recorriendo. Me entregaron un Agile Lt el viernes y es espectacular el auto, muy comodo, a los que le gusta la tecnologia este es su auto (obviamente en este rango de precio) el motor es mas que suficiente, ideal para empezar con una familia(como es mi caso), baul muy grande y butacas muy comodas, totalmente recomendable.
Saludos
el tema combustible es muy cierto. Ya por esas zonas uno no puede andar calculando, jaja pero buena anécdota a contar la de los 800 metros. Excelente viaje meteoro, q siga así!
Meteoro muy bueno tu relato. Como se bancó la pintura de la trompa del auto el efecto de la pedrada despedida por los autos que te precedian ? (me refiero a si se llegó a saltar un poco la pintura o si esta sigue intacta). El auto esta equipado con chapon cubrecarter ?. Gracias y respecto al problema del seguimiento de instrucciones del gps tenes toda la razón es todo un arte saber cuando confiar y cuando desconfiar de sus indicaciones: asi como en el 98% de los casos acierta, existe ese 2% donde te rutea hacia un camino inexistente o peligroso o solo transitable por 4×4 y es donde empezás a dudar hasta que le volvés a tomar confianza y volvés a caer en un error de ruteo y vuelta a empezar… Que sigas teniendo un excelente viaje !
muy buen post!!! este y los demas …. despues podrias pasar data de todos los lugares a donde fuiste a pasar la noche…. jejej asi el viaje lo hago con mi viejo escort! jejeje saludos!
Excelente relato !!! me encantó !
como encontarste que funcionan los burletes de las puertas con tanto polvo ?
Muy bueno toda el relato, la verdad, Meteoro, tuviste suerte de quedarte a solo 800m de la estación, yo cada vez que se me prende la luz de la reserva tiemblo, aunque sé que tengo para 40km, jaja. Te hiciste una buena aventura, no escatimaste en ripio eligiendo los caminos y la aventura, y por lo que contás el Agile se la bancó.
Lo de confiar en el GPS, no tengo uno, pero me imagino lo que debe ser esa sensación que tuviste de… le hago caso a “Mariela” o sigo mi instinto… jaja, sobre todo como se vive en las rutas argentinas: sin señalización.
Una pregunta sobre el Agile: Noté que ninguno trae burlete en el parabrisas delantero (a los costados) como es el tema de la insonorización en ruta con la falta de ese “accesorio”?
Saludos, Ignacio.
http://infosobreruedas.blogspot.com
Meteoro, me enganché con tu travesía al margen de conocer tu Blog de Autos. Y casualmente te paso mi blog que es, justamente, una travesía al Machu Picchu en un Palio TD 98.
http://www.corretealpaca.com.ar
Pingback: TravesÃa Verano 2010 de Cosas de Autos: Conclusiones del test al Chevrolet Agile | Cosas de Autos Blog
Sergio, muy bueno el relato y los detalles sobre el comportamiento del auto, pero para la próxima (amén de no utilizar demasaido el GPS) dejen de lado más seguido la teconlogía de ToN ToN y tengan más comunicación con la gente del lugar. En el blog tenés información sobre rutas, caminos y lugares para recorrer en una próxima visita.
En cuanto al consumo, te cuento que la vuelta completa SMA Pehuenia SMA con circuito por Moquehue y Pulmarí, lo hice en un Logan 1.6 8v con un resultado de 18Km/L, no sé si es el auto ó la forma de conducción.
Abrazo y felicitaciones por el buen trabajo.