Parece que el paseo de José Mujica a bordo de una camioneta eléctrica el día de su asunción como presidente de Uruguay no fue sólo una anécdota. El flamante gabinete está analizando seriamente realizar una reducción de impuestos a ese tipo de vehículos así como también a todo aquel que no dañe el medio ambiente y consuma poco combustible. La idea del gobierno uruguayo es fijar una nueva tasa del Impuesto Específico Interno (IMESI) con la finalidad de promover la comercialización de vehículos de baja cilindrada y con tecnologías alternativas. Es en parte similar al decreto que hace pocos días firmó la presidenta Cristina Fernández, el cual rebaja en un 33% el arancel de importación de vehículos “limpios”.
Qué tienen en mente en Uruguay
Actualmente el IMESI que recae sobre los vehículos de pasajeros es del 30% pero la nueva medida contemplaría bajas sustanciales y también algunas subas. Tentativamente trascendió que la nueva escala sería la siguiente:
Autos híbridos y eléctricos: 5%
Autos con motor de cilindrada inferior a 1 litro: 20%
Autos con motor de cilindrada entre 1 y 2 litros: 25%
Autos con motor de cilindrada entre 2 y 3 litros: 35%
Autos con motor de cilindrada mayor a 3 litros: 40%
El Ministro de Industria y Energía del Uruguay, Roberto Kreimerman, señaló que el objetivo de esta medida próxima a implementarse es mejorar la eficiencia energética y reducir la dependencia e importación de petróleo. “No se trata de un decreto recaudatorio, porque se intenta que el balance entre una mayor carga impositiva para unos y una menor presión para otros arroje como resultado ni ganancias ni pérdidas”, dijo Kreimerman.
Por su parte, tanto la Asociación del Comercio Automotor del Uruguay (ACAU) como la Asociación de Concesionarios de Marcas Automotores (ASCOMA) vieron con buenos ojos la entrada en vigencia de esta normativa ya que favorecería la venta de vehículos chicos de entre 1 y 2 litros, precisamente los que más demanda tienen en el mercado uruguayo.
¿El Nano de la India a Uruguay?
El mes pasado trascendió la intención de Tata de asentarse en Uruguay para producir su vehículo económico global conocido como Nano. Quien habría intercedido para forzar una reunión entre el gobierno de Pepe Mujica con Ratan Tata no sería otro que el empresario Juan Carlos López Mena, presidente de Buquebus, dicho encuentro podría concretarse en corto plazo.
López Mena fue, además, quien organizó el almuerzo que tuvo lugar en el Hotel Conrad de Punta del Este al que asistieron 400 empresarios argentinos (entre los que estuvieron representantes de Fiat y Mercedes-Benz) para escuchar a Mujica y analizar posibles inversiones.
3 comentarios
Políticas como la presentada estan comenzando a expandirse por Latinoamerica. Ojalá funcione ya que es contraproducente castigar a los compradores de autos ecologicos, ya que muchas veces estas tecnologías son bastante caras. De hecho el Prius en Chile no es precisamente un auto barato. En Chile aun no se implantan políticas de este tipo. Solo ha existido una subvención para cambiar camiones antiguos, pero no es lo mismo.
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