La noticia es doblemente buena: un grupo de alumnos del colegio DeLaSalle de Kansas City, EE.UU. junto a sus profesores construyeron un auto eléctrico con el que aseguran haber batido el récord mundial de eficiencia. Con el apoyo de Bridgestone -que además de aportar los neumáticos Ecopia EP100 financió el desarrollo y puso a su disposición algunos ingenieros del Centro de Bridgestone America, Ohio- estos chicos trabajaron para darle vida al DeLaSalle Electric Car; partieron de un chasis Lola de Fórmula Indycar del año 2000 al que le montaron su propio motor, la transmisión y el carenado plástico. En las pruebas de eficiencia demostraron que consume una energía equivalente a 300 millas por galón, lo que equivale a unos 0,78 l/100 km.
El director del proyecto fue el docente Steve Rees, quien junto a sus alumnos está convencido de que su creación ha establecido una nueva marca en eficiencia. Debido a esto Rees pidió a los responsables del Libro Guinness de los Récords que examine los resultados de las pruebas para ver si corresponde incorporarlos como un nuevo récord mundial.
Debe entenderse que se trata de un prototipo que no puede equipararse con vehículos comerciales como el Toyota Prius, el Nissan Leaf o el Chevrolet Volt, los cuales tienen menor rendimiento pero mucho mejores prestaciones. El DeLaSalle Electric Car, por ejemplo, pesa apenas 680 kilos, sólo puede llevar a un persona (lógicamente porque es un chasis monoposto de carreras) y apenas alcanza los 40 km/h. De todos modos si yo trabajara en alguna de estas automotrices que menciono me interesaría mucho contar con los servicios de estos jóvenes y apoyar sus ideas futuras.
El DeLaSalle Electric Car en acción
Para imitar
Y como decía al comienzo, la noticia es doblemente buena por lo que implica que un grupo de chicos de secundario consigan esto, pero al tiempo me hace ver lo lejos que estamos por estas tierras de cosas semejantes. Ideas buenas sobran pero faltan empresas y un estado que las apoyen. Yo fui al al colegio DeLaSalle durante trece años -no era gratis ni barato, por cierto- y ni cerca estuve de una cosa semejante a esta. Ni que hablar de las escuelas públicas, aún hay muchas que no tienen luz eléctrica, agua potable o calefacción, y no me refiero sólo a las del interior del país. Las que en mejores condiciones están hoy se jactan de tener conexión a internet.
Automotrices como Citroën y Chevrolet, mediante donación de equipos y proyectos estudiantiles, o Ford y Renault, con sus escuelas técnicas en Buenos Aires y Córdoba, respectivamente, se destacan a nivel local pero son excepciones muy chicas.
Ya que el estado no ve o no alcanza a cubrir estas nececesidades, las empresas multinacionales bien podrían empezar por financiar la instalación de esos servicios básicos, ¿no?
3 comentarios
el tren pasa y nos qedamos en el anden muy buena nota abrazos
Muy bueno!!
Acá fabricamos el Classic!